El día en que Ricardo Gareca brilló en el Estadio Nacional y se puso la camiseta de la Roja

Ricardo Gareca firmando autógrafos.
Ricardo Gareca firmando autógrafos. Foto: @LaRoja - X

En 1983, el Tigre jugó por Argentina ante la selección chilena y se lució con un gol; luego del partido, intercambió casaca con un defensor nacional y la imagen del ahora entrenador quedó inmortalizada por la transmisión televisiva.



Ricardo Gareca fue un elemento importante en la selección argentina en la primera mitad de la década de los 80. Si bien no jugó muchos partidos, se transformó en un actor clave en 1985, cuando anotó el gol con que la Albiceleste clasificó al Mundial de México 1986, que los transandinos ganaron con una actuación inolvidable de Diego Maradona. Pese a su rol en Eliminatorias, Carlos Bilardo no llevó al Tigre a la cita planetaria.

El Narigón se había hecho cargo del combinado nacional de su país en 1983. Desde los primeros días, el ariete (hoy entrenador) formó parte del proceso. Por eso su exclusión fue una sorpresa mayúscula para el grupo. Sobre todo para su amigo Óscar Ruggeri. “Fue un momento duro, porque según la prensa yo estaba en la lista. Aún no daban la lista oficial y tuve que ir a Calama, a jugar un partido de Copa Libertadores con el América de Cali. En el desayuno entro y había un silencio estampa, ahí se arriman los muchachos y me entero por ellos, estaba la lista oficial y yo estaba afuera”, relató en diálogo con ESPN.

Ricardo Gareca fue el verdugo de Perú ante Argentina en 1985.
Ricardo Gareca fue el verdugo de Perú ante Argentina en 1985.

“Después me fui a la habitación, me costó superarlo. Todo fue un aprendizaje. Me costó entenderlo, pero le entendí cuando fui director técnico y me tocó tomar decisiones. Quizás al irme a jugar al extranjero quedé más desprotegido. Pero yo hice todo el proceso de Bilardo, fue difícil y años más tarde lo entendí. He tenido que dejar afuera a jugadores que me dieron alegrías”, complementó.

El proceso del Doctor Bilardo en Argentina tuvo grandes frutos. Se quedó con un Mundial y fue subcampeón en otro. Pero antes de eso, su debut fue en Santiago. El 12 de mayo de 1983, se vivió un recordado empate 2-2 en el Estadio Nacional, ante la Roja, donde Juan Carlos Orellana y Rodolfo Dubó anotaron para el Equipo de Todos; los tantos transandinos fueron obra de Norberto Alonso, de penal, tras una falta a Gareca, y el Tigre. El ahora DT que por aquellos años jamás imaginaba que décadas más tarde estaría al mando de la selección chilena, picó al área, recibió de Carlos Arregui y superó a Óscar Wirth con un tiro cruzado.

Tras el partido, Gareca habló con la prensa, y lo hizo con la camiseta de la selección chilena. Una vez finalizado aquel compromiso, el argentino intercambió su casaca con el lateral nacional Marcelo Pacheco. “Cumplimos con lo quería Carlos, de no ser por la falla del árbitro (el uruguayo Juan Cardellino), porque el chileno estaba off-side, nos hubiésemos llevado los dos puntos. Chile es un equipo difícil, más acá con toda esta gente a favor de ellos”, fue lo que dijo el hoy entrenador, con la casaquilla roja.

En su presentación como entrenador de la Selección, el oriundo de Tapiales recordó ese día. “La era Bilardo la iniciamos acá, me tocó hacer un gol y me hicieron un penal. Tengo gratos recuerdos. Siempre Chile ha sido un país en el que a nivel de clubes y selección me tocó enfrentarlo y visitar muchas veces”, fueron sus palabas.

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