El día en que La Scaloneta no tenía pasajeros: la lista de ninguneos al DT argentino que incluyó hasta el “no puede dirigir ni el tráfico” de Diego Maradona

Scaloni, en el partido ante Croacia (Foto: AP)

Hoy, el país transandino reconoce el trabajo del entrenador y se cuadra detrás de él, ante la inminente posibilidad de que se transforme en el tercero en levantar la Copa del Mundo, detrás de César Luis Menotti y Carlos Bilardo. Sin embargo, no siempre fue así. Hasta Maradona cuestionó su competencia.



Argentina clasifica a la final de la Copa del Mundo y La Scaloneta se llena de pasajeros. La singular denominación evoca un medio de transporte con capacidad eterna, que, en este caso, sería algo así como un símil del más chileno “carro de la victoria”. A estas alturas, no se le niega el acceso a nadie. No hay transandino que no se entusiasme con la posibilidad de que la Albiceleste conquiste su tercer título planetario en la historia, que no ensalce las virtudes de Lionel Messi y que no ponga a Lionel Scaloni a la altura de los principales entrenadores transandinos de todas las épocas. De hecho, si levanta el título, se pondrá a la altura de César Luis Menotti y Carlos Bilardo, los dos que tuvieron el privilegio. Sin embargo, el actual entrenador no siempre recibió tan alta consideración.

Hasta hace no mucho tiempo, la Scaloneta no existía. Y cuando recién se construía eran muchos más lo que amenazaban con no subirse. O con tirarse de ella en pleno movimiento. Entre ellos, conspicuos referentes de opinión del balompié transandino. El ex mediocampista asumía la selección de su país en un momento particularmente complicado. Jorge Sampaoli había fracasado en el Mundial de Rusia y Scaloni era un entrenador surgido en su riñón: había sido su analista de rivales, aunque su rol más relevante fue intentar mantener la armonía cuando la paz se había roto entre los principales referentes del vestuario, incluido Lionel Messi, y el staff del casildense, particularmente con el ayudante Sebastián Beccacece. Cuando el ex técnico de la Roja dejó su cargo, el ex volante de Newell’s Old Boys pidió seguir vinculado a la selección de su país, al menos en las juveniles. Después de obtener el título en el prestigioso torneo de L’Alcudia, asumió como entrenador interino del combinado mayor. Sin embargo, a la exigente opinión especializada transandina, los antecedentes que lucía parecían demasiado escuálidos.

Peor aún. Nada menos que Diego Maradona le bajaba el pulgar. “Ahora ponen a Scaloni. Scaloni es un gran muchacho pero no puede dirigir ni el tráfico. ¡Cómo le vamos a dar la selección argentina a Scaloni! ¿Estamos todos locos? Con toda la gente que pasó, que le rompieron la dentadura y la cabeza… ¿Vos ponés a Scaloni? Y Scaloni dice ‘yo estoy preparado’. Pero si nunca te vi hacer un gol para Argentina. Con todo respeto, eh. Como pibe, vamos a comer un asado. Pero como director técnico y de la Selección, no. Te queda como el traje del gordo Porcel a Minguito Tinguitela, mirá lo que te digo”, disparó el máximo ídolo histórico de Argentina y, por añadidura, el mejor jugador del siglo XX junto a Pelé, según la FIFA.

Para elegir

La lista de actos, opiniones y, derechamente, ninguneos que tuvo que soportar Scaloni, es amplia. Con extremos como que en plena conferencia de prensa, ya siendo seleccionador, un periodista se animara a pedirle que aclarara si contaba con el título de entrenador. El estratega reacciona con un dejo de ironía. “Tenía que haber traído el carnet”, dice. Sin embargo, ante la ausencia del documento, entrega precisiones acerca de la licencia. “UEFA Pro, que es el máximo título posible, y lo hice en la Real Federación Española de Fútbol, porque a los jugadores que juegan más de ocho años en el fútbol español les dan la posibilidad de hacer ese curso. Lo hice durante dos años”, plantea. Luego enumera a sus compañeros. “Lo hice con Fernando Redondo, con Javier Saviola, con Leo Franco... Fui ahí, participé y lo hice como Dios manda”, sentencia, a modo de validación.

Ciertamente, no fue el único. El desfile es numeroso. Mariano Closs exigió antecedentes de Scaloni, además de Walter Samuel y Roberto Ayala, otros ex seleccionados de alto nivel. “Y ni hablemos de alguien que no tiene trayectoria como técnico ni en la Primera D para ser técnico de la selección mayor”, sostiene antes de apuntar como responsable de la decisión al presidente de la AFA, Claudio Tapia.

Hay más. Y mucho. Periodistas, comentaristas y hasta futbolistas devenidos en esa condición. En esa categoría entra, por ejemplo, Óscar Ruggeri, ex defensor y capitán del combinado transandino quien, en una conversación compartida con Sebastián Vignolo y Sebastián Domínguez, sugiere la conveniencia de que a Argentina le fuera mal en la Copa América de Brasil para abortar el proceso de Scaloni.

Martín Liberman también puso lo suyo. Aunque al menos tuvo el mérito de advertir la proyección de Scaloni como entrenador, no vaciló en cuestionar su designación. “Podrá ser, el día de mañana, un gran entrenador, Lionel Scaloni. Hoy, claramente, no lo es. Un pibe sin ninguna experiencia, un piloto de tormenta. Para mí, obviamente, no a la altura de la situación. No debiera tener la posibilidad de dirigir la selección”, enfatiza. Eso sí, hace una salvedad y mete un nuevo mazazo. “Scaloni no se la robó a nadie. Scaloni estaba ahí, llevado por Sampaoli. No fue nada leal”, comentó respecto de la decisión del estratega de continuar vinculado a la AFA después de la salida de quien lo allegó a los combinados transandinos.

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