El clásico penquista se tiñó aurinegro

Una de las escenas destacadas del clásico penquista. Foto: AGENCIAUNO

Fernández Vial superó 2-0 a Deportes Concepción en el Ester Roa. Fue el retorno, tras 10 años, del encuentro más tradicional en la historia del Bío Bío.



En condiciones normales era un partido para 30 mil personas, o incluso más. Deportes Concepción y Fernández Vial, los clubes más populares del Bío Bío, se vieron las caras nuevamente en el profesionalismo. Era el choque más esperado desde que los lilas ascendieron a Segunda División el año pasado.

En la previa había preocupación por el comportamiento de ambas hinchadas. Carabineros e incluso militares, más que fiscalizar la cuarentena existente en Concepción, se dedicaron a rodear los alrededores del estadio. Hubo total paz y toda la atención se trasladó a la cancha. Allí, ningún técnico se guardó nada. Con grandes trayectorias y hoy figuras para la categoría, Arturo Sanhueza, Gabriel Vargas y Daúd Gazale, fueron titulares.

Por los parlantes del estadio se escuchaba el himno lila y los cantos de un gran grupo de hinchas de Deportes Concepción. Eran los directivos, los mismos que en el clásico anterior alentaban desde la galería. Jorge Garcés, como de costumbre, vistió de chaqueta y corbata, listo para una fiesta que se tiñó aurinegra.

En lo futbolístico, Deportes Concepción arrancó con más ímpetu que su rival, pero no lo tradujo en dominio. Con el paso de los minutos se notó que Fernández Vial armó un plantel con más variantes, con mejores nombres y demostró la razón por la cual es el gran favorito para ascender a Primera B. Gran figura en el primer tiempo fue Arturo Sanhueza, quien tomó los hilos del mediocampo y con sus pases en profundidad generó ocasiones de peligro. Al descanso se fueron sin goles.

Aparentemente en buenas condiciones físicas durante la primera mitad, sorprendió la salida de Sanhueza al descanso. El Rey volvió a la cancha con una vistosa venda en su rodilla derecha y se fue directo a la banca de suplentes. Concepción no aprovechó aquello y el comienzo del segundo tiempo fue la continuación del buen trabajo que hizo Fernández Vial en los primeros 45′. El marcador seguía 0-0 hasta una grosera descoordinación en la defensa morada, que terminó con un tiro libre para la visita que anotó Luis Pacheco en segunda instancia. Un golazo.

Todo se complicó, aún más, cuando Gabriel Vargas fue expulsado por un manotazo a Hidalgo. Sólo tres minutos habían pasado del gol aurinegro y a Concepción se le vino la noche. Fernández Vial fue más y los lilas buscaron inquietar con balonazos largos a un incisivo Alex Díaz y a un errático Daúd Gazale. Se añadieron seis y la victoria, por ocasiones de gol, debía ser mayor. Harold Salgado marcó el 2-0 cuando el partido se iba. Resignación morada y festejo aurinegro en Collao. El clásico penquista volvió y tuvo de todo, sólo faltó público para que la jornada futbolística hubiese sido perfecta.

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