Los flancos que abre la designación de Alexandra Benado como ministra de Deportes

Alexandra Benado, la designada por Boric para el ministerio del Deporte.

Ni bien se conoció el nombramiento en el gabinete de Boric, surgieron cuestionamientos a la designación de la profesora de Educación Física. Las acusaciones apuntan a su paso por Londres 38, la entidad en la que participaba hasta antes del llamado del presidente electo. En Providencia también hay voces que la apuntan. Pilar en los albores del fútbol femenino chileno, también fue entrenadora.



Ni bien se conoció la designación de Alexandra Benado como ministra del Deporte en el primer gabinete de Gabriel Boric, se produjo convulsión. En las redes sociales se le abrieron varios flancos a quien en marzo asumirá como la máxima autoridad de la actividad física a nivel nacional, quien hasta ahora ejercía como la coordinadora general de Londres 38, un espacio de memoria dedicado a recordar a las víctimas de la represión durante el gobierno de Augusto Pinochet. Las más graves están relacionadas con acusaciones de maltrato laboral y de una deficiente gestión en la entidad.

Lissette Fossa, quien fue coordinadora de prensa de Londres 38 entre junio de 2017 y febrero de 2019, fue la primera en denunciar a la nueva ministra de Deporte a través de Twitter. “Maltratadora y desde mi punto de vista, bastante ineficiente, cosa que se lo dije cuando renuncié. Terminó por acabar con todo el equipo original de Londres 38. Sobre mí ejerció maltrato psicológico”, consigna la periodista.

La excoordinadora de prensa del sitio de memoria asegura a La Tercera que Benado mostraba una desconfianza extrema de sus capacidades profesionales. “Ponía en duda si era capaz de convocar prensa en algún lugar”, explica. Entre las situaciones de abuso, Fossa recuerda que Benado le gritó “varias veces”, la trató de “tonta” y le hizo la “ley del hielo” por más de un mes a pesar de estar “a dos metros” de Lissette, en la misma oficina. Fossa trabajó en la candidatura presidencial de Beatriz Sánchez.

Fossa no es la única trabajadora que ha denunciado maltrato por parte de Benado en el sitio de memoria. “Hoy creo que ha sido de las peores mañanas que he vivido durante mucho tiempo, porque es ver a tu maltratadora en televisión gozando de un espacio político que no debiera gozar y que va en contra no solo de los derechos laborales, sino que también de los derechos humanos”, aseguró Andrea Ocampo, coordinadora de Comunicaciones en Londres 38 entre julio de 2017 y septiembre de 2019, quien dice haber sufrido gritos, además de sentir que sus opiniones profesionales no valían la pena, entre otras humillaciones.

Un grupo de extrabajadores del sitio de memoria está redactando un comunicado sobre esta situación. “Terminaron todos yéndose de ese equipo”, menciona la excoordinadora de Prensa de Londres 38. Más tarde, cinco denunciantes emitieron una declaración pública en la que insisten en los reparos y en la que le piden a Boric que reevalúe la designación. “Ésta sería una señal importante para los funcionarios públicos –actuales y futuros– del ministerio del Deporte, promoviendo la ética en las dirigencias públicas, que aseguren un ambiente laboral de dignidad, respeto a los jóvenes profesionales, sin perjuicio de las capacidades de éstos”, expresan.

Frente a la polémica la futura vocera Camila Vallejo abordó la materia. “Nosotros hicimos una revisión exhaustiva, un trabajo. Estuvimos bastante tiempo revisando nombres y antecedentes. Si existen nuevos, vamos a seguir revisando. El compromiso con la probidad y la ética es fundamental en nuestro gobierno”, declaró la exdirigenta estudiantil y actual diputada, como una forma de enfrentar el primer atisbo de crisis para el gobierno entrante.

Además de ser la coordinadora general de Londres 38, Benado ha sido una fuerte activista LGBTI. En 2013, denunció al estado chileno en la Corte Interamericana de DD.HH. por el reconocimiento de los derechos de las parejas homoparentales, junto a Alejandra Gallo. Profesora de Educación Física de la UMCE, fue la jefa del Departamento de Deportes de la Municipalidad de Providencia entre abril de 2013 y diciembre de 2016, durante la gestión de la alcaldesa María Josefa Errázuriz.

Llegó hasta la FIFA

Nacida en Suecia, el país que acogió a su familia en el exilio, llegó al fútbol llegó a los ocho años, en Grandignan, Francia, donde era una de las dos niñas que integraban el equipo en que participaba. El asesinato de su madre, Lucía Vergara, militante del MIR, le dio un nuevo giro a su vida: el grupo se trasladó a Cuba, donde, frente a escaso interés por practicar el balompié, se tuvo que limita a jugarlo en las playas, con sus seres más cercanos.

Sin embargo, el interés por el balompié no decayó. A los 14 años, con el regreso a Chile, formó parte del colegio Rubén Darío, en la liga comunal Dragones de La Reina. Era la única mujer que participaba en la competencia. Sus condiciones la llevaron a reforzar al Sportivo Milano, de Colina, y luego le permitieron dar el primer gran salto de su trayectoria: su llegada a Palestino. El siguiente paso pareció natural en función de sus condiciones naturales y del progreso que había evidenciado. Fue nominada a la Selección para un viaje a India. No fue un desplazamiento cualquiera: se trató de la primera aventura intercontinental de un combinado femenino de fútbol. En ese momento, con 18 años, la ahora ministra defendía la camiseta de Palestino.

En 2003, un problema físico la marginó del que sería el último Sudamericano en que debía participar. Sin embargo, su cercanía con la actividad se mantuvo. Comenzó su especialización participando en seminarios en Estados Unidos y dio un paso natural: se transformó en entrenadora, aunque siguió jugando a un nivel menos exigente, en ligas. Como estratega, estuvo en la banca de provincial Osorno. En septiembre de 2009 recibió una llamada que, otra vez, produjo un vuelco en su vida: Marta Tejedor, la entrenadora española que llegó a Chile para comenzar la transformación de la actividad a nivel nacional, le pidió que se reintegrara a la Roja. Necesitaba una jugadora de experiencia, que aportara precisamente en el proceso de ‘profesionalización’ del equipo. El concepto está entrecomillado, porque, en rigor, la aspiración solo apuntaba a que las jugadoras adquirieran conductas cercanas a las de quienes lo practicaban a más alto nivel. No habría mayor retribución económica ni contratos de por medio. Benado fue la capitana de la Roja en la Copa América de 2010, en la que Chile obtuvo el tercer puesto y la clasificación a los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

Su arribo a la gestión se produjo entre 2012 y 2016, cuando fue parte de la Comisión de Fútbol Femenino de la FIFA. En la organización que rige al fútbol mundial fue comisionada durante el Mundial de Francia 2019, en el que participó la escuadra nacional que capitanea Christiane Endler.

Sigue en El Deportivo

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.