Cubanas rompen el silencio y explican cómo se fugaron de la Villa Panamericana: “Nos cruzamos con un profesor y nos tuvimos que esconder; hubo un poco de miedo”

Seis integrantes del equipo de hockey de Cuba se escaparon de la Villa Panamaricana.

Yunia Milanés, junto a Lismary González y Geidy Morales, revelaron que la decisión de quedarse en Chile la venían pensando desde antes de pisar el país. "Acá nos sentimos libres", dicen.



La noticia se tomó el final de los Juegos Panamericanos: ocho atletas cubanos se fugaron de la Villa Panamericana y piden asilo político a Chile. Las deportistas involucradas son Yunia Milanés, Jennifer Martínez, Yakira Guillén, Lismary González, Helec Carta y Geidy Morales.

Además, se incluyó en el listado a Yoao Illas, quien obtuvo la medalla de bronce en vallas, quien también abandonó la concentración. El joven cubano, de 21 años, había logrado una marca de de 49.74 segundos, en la final desarrollada en el Estadio Nacional.

Durante las últimas horas, se sumó un octavo nombre de un deportista. La prensa de ese país incluyó a la basquetbolista Betsy Guilarte Zamora entre los representantes del deporte de su país que no regresaron al territorio caribeño. Su deserción, de hecho, se habría producido mucho antes que la de sus compañeros de delegación, que se fugaron mientras se producía la clausura del mayor evento polideportivo que se ha organizado en el país.

Hoy, sin embargo, varios de los cubanos que se fugaron justifican su decisión. “En Cuba ya tenía pensado lo que iba a hacer”, asegura Yunia Milanés en un reportaje de Canal 13. Y luego, en compañía de Lismary González y Geidy Morales, agrega: “lo dejé todo, todo... ¡todo!”.

Pero, ¿cómo lo hicieron para burlar la seguridad que el país caribeño le coloca a cada delegación deportiva que sale fuera de sus fronteras? “Íbamos a salir desde la cancha (después de que jugaron contra Uruguay), pero no se pudo. Luego, llegando a la Villa, las chicas entraron por una puerta y nosotros salimos por la otra. Incluso nos cruzamos con un profesor de nosotros y nos tuvimos que esconder. Hubo un poco de miedo, un poco de susto”, detalla Milanés.

La misma que detalla las condiciones de vida que tenían en la isla, quien asevera que “podemos ver a la familia dos veces al año y en caso de que ocurra algo urgente, podemos pedir permiso y te dejan. Pero si, por decisión tuya, dices que quieres ir a la casa, no puedes”.

Además, revelan que no siempre tienen los insumos para poder practicar su disciplina. “Pasamos por una racha muy mala, no teníamos calzado, no teníamos implementos, no teníamos protectores para la cara y tuvimos que esperar que nos dieran una donación y que el país la aprobara para volver a entrenar”, confiesa la hockista.

Milanés, González y Morales comenzaron los trámites para quedarse legalmente en Chile, aunque tenían pensado salir de Cuba sin importar la sede de los Juegos Panamericanos. “El otro espacio era llegar al aeropuerto y salir corriendo”, aseveran y Yunia enfatiza que no pueden volver, porque “nos sacarán del equipo nacional para siempre y si bien podremos seguir con nuestras vidas, no podremos practicar deportes nunca más”.

Por último, las atletas concluyen que tomaron la decisión correcta, porque “aquí nos sentimos libres”.

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