Con récord de público en las tribunas: el Mundial femenino parte con triunfos de las anfitrionas

El partido ante Australia e Irlanda contó con más de 75 mil personas en el estadio. FOTO: AP

Durante la madrugada de este jueves, comenzó la Copa del Mundo en Oceanía. Con más de 75 mil personas, Australia venció 1-0 a Irlanda. En el juego inaugural, Nueva Zelanda superó a Noruega en el partido de fútbol con mayor asistencia en ese país (42.137).



En la madrugada de este jueves comenzó la novena edición de la Copa del Mundo femenina de la FIFA, que de manera inédita tiene a dos organizadores (Australia y Nueva Zelanda) y la participación de 32 selecciones. Los cuadros anfitriones celebraron en los partidos inaugurales, ambos con una importante presencia de espectadores en las tribunas.

En la primera jornada se rompieron varios récords de asistencia. El duelo que abrió el Mundial fue el triunfo de Nueva Zelanda por 1-0 sobre Noruega, una de las candidatas. El Eden Park de Auckland contó con 42.137 espectadores, cifra que implica un récord histórico para un partido de fútbol en ese país. Supera la marca anterior, que era de 37.034 personas, establecida en el repechaje de clasificación al Mundial de Rusia 2018, entre el cuadro masculino neozelandés y Perú.

El único tanto del compromiso fue convertido por Hannah Wilkinson, en el minuto 48. El duelo se dio horas después de una balacera en el centro de Auckland, lo que conmocionó al país y alteró, en parte, el arranque del Mundial. Se guardó un minuto de silencio previo al partido inaugural.

Después vino el triunfo de Australia, también por la cuenta mínima, sobre la República de Irlanda. El duelo se disputó en el Stadium Australia de Sídney, con la asistencia de 75.784 espectadores. Superó ampliamente la marca anterior, de 50.629 personas, para un partido de las Matildas como local, establecida contra Francia hace seis días.

Además, la asistencia al partido entre australianas e irlandesas fue la tercera más alta en un Mundial femenino en 24 años, por detrás de las registradas en el Rose Bowl de Pasadena y en el Giants Stadium de Nueva York/Nueva Jersey, en Estados Unidos 1999.

Las oceánicas, que representan a la confederación asiática, se impusieron pese a la ausencia de su gran figura: la delantera Sam Kerr. La jugadora del Chelsea quedó descartada a causa de una dolencia en la pantorrilla, la que también la tiene en duda para los juegos que vienen. “Desde luego que perder a una jugadora como Sam, probablemente la mejor del mundo, y por ella como persona, quedamos totalmente devastadas”, dijo Steph Catley, la autora del gol de penal que le dio el triunfo a Australia.

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