Con la dupla Za-Sa y Acosta de protagonistas: a 25 años del día en que Chile comenzó su camino a Francia 98

Nelson Acosta inició su ciclo en es 4-1 de Chile sobre Ecuador, hace 25 años. Partido clave para la clasificación a Francia '98.

El 6 de julio de 1996, Chile goleó 4-1 a Ecuador en una lluviosa noche en el Nacional. Fue la primera piedra del proceso que terminó con el equipo en el mundial, después de 16 años de espera. Un partido con mucha tensión, con polémicas y desahogo. La presión de los dirigentes tras el despido de Azkargorta, los problemas que tuvo el equipo en la previa del partido, la decisión de colocar a la U que estaba jugando la Libertadores, además de las pifias y el posterior corte de mangas de Fabián Estay tras anotar el tercer tanto. Tres protagonistas de esa noche en Ñuñoa: Víctor Hugo Castañeda, el PF Ítalo Traverso y el mismo Estay; relatan a El Deportivo cómo fue el debut del técnico uruguayo en el proceso eliminatorio.



Hace 25 años, la Roja comenzaba a cimentar el camino que lo llevaría a Francia ’98. En una lluviosa noche en Ñuñoa, Nelson Acosta reiniciaba su etapa en la Roja después del corto período que tuvo en el ’93, en el amistoso ante España.

Era la tercera fecha de las eliminatorias y el segundo partido de Chile que, en el debut, había empatado con Venezuela en Barinas, resultado que llevó a los dirigentes a despedir a Xabier Azkargorta.

Esa noche, el equipo venció 4-1 en un encuentro muy tenso, donde nació la dupla Za-Sa. Dos goles de Iván Zamorano, uno de Marcelo Salas y otro de Fabián Estay rubricaron la goleada. Este último con historia, ya que el volante -muy pifiado desde que salió a calentar- respondió con un expresivo corte de mangas que pasó a la historia.

Tres protagonistas de esa jornada: Víctor Hugo Castañeda, el mismo Estay y el PF Ítalo Traverso cuentan los detalles de ese inicio, que terminó con el equipo en una Copa del Mundo después de 16 años de espera.

Los antecedentes

El empate en Venezuela dejó los ánimos de Chile por el suelo. Entonces la decisión fue radical: la salida de Xabier Azkargorta, quien llevaba dos años al mando de la Roja. El duelo contra Ecuador fue el debut de Nelson Acosta, con muy poco tiempo de trabajo.

“Me acuerdo muy bien, porque ese día yo estaba cumpliendo 34 años. Llovía de una manera increíble. Fue el primer partido de Nelson. Un equipo con recambios respecto de Azkargorta, con una forma distinta de trabajar. Nos estábamos recién conociendo”, recuerda VH, uno de los líderes de ese equipo.

Y agrega que “fue muy tenso, por todas las críticas que había hacia la selección en un sector de la prensa, que era muy fuerte en ese momento. Había que jugar no más. Nelson tenía una forma distinta a la que estábamos acostumbrados. Hacía cápsulas de 15 minutos de fútbol y hacía tres o cuatro cambios. Lo poco que pudimos entrenar, por la lluvia que había, quien fuera del equipo B le daba un baile al del equipo A”.

Estay secunda las palabras del ex volante de la U: “Veníamos de una Copa América bastante mala en Uruguay, en el ‘95. El inicio eliminatorias fue malo, con un empate en Venezuela y eso pesaba mucho. Veníamos de trabajar con Xabier Azkargorta, con el empate en Barinas, en nuestro primer partido. Se decide que el vasco no continúe y ahí llega don Nelson. Contrataron a alguien del medio, que conocía los jugadores”.

El Estadio Nacional estaba lleno, en tiempos en que podían ingresar más de 70 mil personas al recinto. Una expectación que tensionaba la decisión de los dirigentes de comenzar este nuevo proceso.

“Fue nuestro debut como cuerpo técnico. Fue un partido de mucha tensión, no sólo en los 90 minutos. Antes del encuentro ya había una presión tremenda porque Chile había empatado en Venezuela. Recuerdo muy bien cuando entramos al camarín, en la charla previa. Se me acercó Pablo Hoffmann, el gerente de esa época, y se me acercó muy nervioso y me dijo: ¡Uyy… Si no ganamos hoy día, cagamos!. De esa manera expresó toda la tensión dirigencial”, recuerda Traverso, el preparador físico de la Roja en ese entonces.

La charla técnica

Pero había una efervescencia inusitada en el ambiente. Como antaño, la gente llenó las calles para saludar al equipo nacional que en su camino desde Juan Pinto Durán al Nacional recibió todo el cariño de la gente. Precisamente, ese fue el punto que explotó Nelson Acosta.

“Antes de ese partido, Nelson dio una charla muy corta. Porque los jugadores ya sabían que debían hacerlo por el público. Ya en el camino, desde Juan Pinto Durán, había mucha gente apoyándonos en la calle. Como que se preveía que había un buen ambiente y debían ganar”, dice Traverso.

Un testimonio muy parecido al de Castañeda, quien completa que “en la charla técnica nos dijo: ‘Qué quieren que les diga, la charla está hecha. Ya vieron la cantidad de gente que había apoyándonos en el camino. A ellos hay que responderles’. Entonces nos tiró un poco la responsabilidad. Fue muy emotivo”.

Asimismo, Traverso agrega que “les dije a algunos jugadores: ‘Acá no se trata de quitarle presión a ustedes, sino de manejar la presión, de manera positiva’. Yo creo que el jugador de nivel, mientras más presionado está, más rinde”.

“Ponga a la U”

Los plazos no eran los mejores. Desde que Chile había empatado con Venezuela al duelo con Ecuador habían pasado sólo 34 días. Un escenario que no era el ideal para un proceso que debía terminar en la Copa del Mundo. Y así lo recuerda VH.

“La noche previa al partido, en Pinto Durán. Ronald Fuentes me dice: ‘Puta viejo, mete las manos’. Y le dije: ‘Mete las manos de qué, si yo no tengo confianza, no conozco a Nelson, cómo voy a hablar con él’. Y procuré una conversación con Acosta. Me quedé ahí en la pantalla esa que había en Pinto Durán y se acerca alguien y me dice: ‘¡Mansa cagaíta que tenemos!’. Me doy vuelta y era Nelson. Y le digo: ‘Si poh, mansa cagá’. Y le pregunto si le puedo hablar con confianza, darle mi opinión. ‘Si poh, habla no más’, me contestó”, relata el ex volante de Palestino.

Universidad de Chile estaba en plena Copa Libertadores. Venía de quedar eliminado ante River Plate, en las semifinales, en una polémica llave. Un equipo que caminaba solo y así se lo propuso quien luego serpia ayudante de Acosta.

“Yo le digo: ‘Ponga a la U… No está Vargas vea usted quien es el arquero. Está Cristián (Castañeda), está Ronald (Fuentes), estaba Lucho Musrri, está Valencia y estoy yo… No está el Leo Rodríguez, ahí ve usted a quien pone, al Guatón (Vega) o al Coto’. Nosotros veníamos de jugar los cuartos de final de la Libertadores. Entonces me contesta: ‘Voy a poner al Guatón (Vega)’. Y yo le dije: ‘Ya, al Guatón me lo deja a mí, nosotros lo ordenamos dentro de la cancha para que lo haga como jugamos en la U, si no hemos tenido tiempo para trabajar’. Bueno, al otro día Nelson ensayó ese equipo en la cancha chica, caminando. Nos dio las instrucciones, cómo queríamos que nos moviéramos. Y ese equipo jugó en la noche”, aclara Castañeda.

Víctor Hugo Castañeda y Marcelo Salas fueron protagonistas en esa noche plena del Nacional, tras el expresivo 4-1 de la Roja sobre Ecuador.

Asimismo, recuerda cómo surgió esa cercanía con el uruguayo: “Después de que yo conversé con Nelson ahí me preguntó: ‘¿Y tú jugay dominó?’… Y yo le respondí: ‘No, yo coloco ladrillos no más’… Ya me dice ‘¡Vamos a jugar!’. Y ahí me quedando con Nelson, Ítalo Traverso y creo que el otro era Carlos Felipe Pedemonte, cuando se invitaba un técnico de algún equipo para que fuera a Juan Pinto Durán. Después, en todos los partidos, los jugadores me decían ‘Anda a jugar dominó’”.

El partido

Pese a la expectación, el tiempo no acompañó, como recuerda el PF: “Hubo un aliento tremendo del público. El estadio estaba lleno. Llovía muy fuerte y eso no nos acompañaba mucho. No era una cancha normal. Pero se dio un buen inicio, gracias al rendimiento del equipo”.

En la cancha, Zamorano abrió la cuenta a los 25 minutos. Fue el día de la explosión de la supla Za-Sa, que si bien había jugado cinco partidos juntos antes de ese 6 de julio, nunca habían anotado ambos en un mismo partido.

Y aunque Alex Aguinaga igualó a los 73 minutos, el propio Traverso reconoce que nunca se perdió la calma, ya que “el equipo no se vino abajo. Había líderes fundamentales en ese equipo. El capitán era Iván Zamorano, pero el equipo tenía referentes en todas las líneas”.

Dos minutos más tarde, Marcelo Salas volvió a poner en ventaja a Chile. Fabián Estay aumentó la cuenta a los 83 minutos y Zamorano cerró la goleada a los 86′.

“Ese triunfo, marcando cuatro goles, era retomar el rumbo. Fue una eliminatoria muy larga. Recuerda tú que, por ejemplo, Víctor Hugo Castañeda fue un líder fundamental en el inicio de la eliminatoria y al final del proceso se retiró”, dijo el PF.

Pifias para Estay

Al margen del resultado, el duelo pasó a la historia por el corte de mangas de Fabián Estay. “Para mí, en lo personal, es un partido de doble cara. Había mucha gente que me estaba silbando, todo el estadio. Ni siquiera sé por qué había una mala onda conmigo. Por lo menos de los medios de comunicación, más que nada. No de todos, eso se entiende”, dice el Pelusa.

El entonces jugador de Toluca ingresó a los 62 minutos. Pero incluso un par de minutos antes, cuando el volante comenzó a calentar, comenzó la sonora silbatina en el recinto de Ñuñoa.

“Fue bastante raro. No sé si había algo de antes o si era por qué jugó en Colo Colo y la U… Por eso fue resistido. Cuando comenzó a calentar comenzó la silbatina. No fue algo normal. Después no sé si el corto de mangas es justificable, porque el hincha es así. O lo ganas o lo pierdes muy fácilmente”, recuerda el PF.

Y Castañeda advierte sobre el ambiente que imperaba en ese momento en el fútbol chileno: “Yo creo que fue por todo lo que había pasado. Por todas las críticas. En ese momento Bonvallet era muy fuerte, quien tuvo una crítica despiadada hacia muchos de los jugadores. La gente sentía eso y pifió mucho a Fabián (Estay). Menos mal que Fabián hizo un gol al final y se pudo sacar toda la rabia de adentro. Con su carácter, con su temple, lo sacó adelante”.

El corte de mangas

Cada vez que el jugador tocaba la pelota, se multiplicaban los agravios en su contra. Cuando Aguinaga marcó el empate, la silbatina se hizo aún mayor. Y sólo el nuevo gol chileno calmó un poco los ánimos.

“Yo venía de México, andaba bien. Don Nelson no me ponía de titular, entré de suplente y cuando tocaba la pelota la gente me silbaba. Yo ingreso por el Huevo Valencia, pero cuando ya estaba calentando me pifiaron. Fue algo muy extraño. No sé si porque había gente de la U o de Colo Colo, porque yo jugué en los dos equipos, además de la Católica… ¿Quién sabe? La verdad no sé por qué habrá pasado. En el camino lo pude revertir y justo en esa misma noche. Yo entré y nos empataron 1-1”, recuerda el comentarista de Fox en México.

A los 83′, Estay marcó de cabeza, luego de un córner ejecutado por Sierra. La reacción del jugador fue espontánea. Corrió hacia la pista atlética con un visible corte de mangas hacia el público. El mismo que lo había resistido, pero que en ese momento celebró como nadie el tercer gol de la Roja.

“Después vino el gol de Marcelo (Salas). Y luego el córner del Coto y el cabezazo, donde yo exploto. Viene el corte de mangas. Incluso don Nelson en las imágenes también hace corto de mangas (ríe)… Pero bueno, fue lo que sentí en ese momento. Era injusto que 80 mil chilenos, y los que también estaban en la tele, silbaran a un chileno. Yo tuve la posibilidad de revertir eso con un gol y ahí quedó, como un hecho anecdótico. Hay otros jugadores que les sucedió lo mismo y no pudieron revertir eso. A veces, algunos, fueron marginados de la selección, porque no pudieron sobreponerse a esa situación”, advierte Estay.

Fabián Estay vivió las dos caras en ese partido. Se llevó las pifias de todo el estadio, pero tapó todas las bocas con el tercer tanto ante los ecuatorianos.

Fue una catarsis, donde el jugador incluso lloró en la celebración de la conquista. Y así lo rememora: “Algunos lo aprueban, otros no. Pero hay que estar ahí para saber lo que uno sentía. Después vino el desahogo, mis compañeros me abrazaron y me dijeron ‘Fabi, quédate tranquilo, esto injusto. Nada que ver que estén así contigo. Y ahí en la cancha me puse a llorar, porque sentía que era muy injusta la situación. No entendía. Tiene un sabor agridulce, por decirlo de alguna manera. Después, don Nelson (Acosta) del partido me dijo ‘bien, estuviste muy bien… Así me gusta, con personalidad, con pachorra, con carácter’… Yo igual estaba triste por la situación, pese al triunfo. No entendía por qué se había dado esa mala onda conmigo”.

El nuevo camino

Después de la goleada a Ecuador, la Roja sacó cuentas alegres y la reivindicación de Nelson Acosta después de una carrera de 12 años como entrenador en el fútbol chileno.

“Fue el primer triunfo que tuvimos para ese camino a Francia ’98. Fue el partido bisagra de la clasificación, fue el comienzo de la era de don Nelson. Él fue fundamental. Y donde fue consiguió cosas importantes. Los que no lo conocen lo pueden tachar de defensivo o que es sólo un motivador. Pero los que estuvimos con él adentro sabemos que es un tipo que trabaja, se entrega y tiene una gran pasión por lo que hace. Ahí están todos los títulos que ganó en diferentes equipos”, asegura Estay.

Así coincide VH, quien agrega que “sabíamos que debíamos ganar, porque históricamente Chile se hace fuerte de local. Era el primer partido de Nelson (Acosta). El equipo se empezó a fortalecer. El técnico manejó al equipo, con toda su paciencia, porque era muy zorro”.

Y el Pelusa agrega que “don Nelson Acosta leía muy bien el fútbol, sacaba lo mejor de los jugadores. Generaba competencia. Tenía sus regalones, porque siempre los tuvo. Pero en el camino dejó a en el camino a jugadores como el Coca Mendoza. Para Acosta la selección estaba por encima de cualquier nombre. Y nos llevó a mundial después de 16 años”.

La polémica con la candidata

Pero la figura del entrenador, hoy enfermo de Alzheimer, trató de ser empañada por una desafortunada frase de Karina Oliva, la ex candidata de Comunes para Gobernadora Regional de Santiago, quien mediante la red de Twitter aseguró que “hicimos campaña a lo Bielsa. No a lo Acosta. Dejamos todo en la cancha, jugamos hacia delante, sin colgarnos al arco, fortalecimos el medio campo y la delantera, pero no basta. Siempre como Bielsa, con épica, disciplina y convicción”.

Al respecto, Traverso -ex mano derecha del entrenador- aseguró que “se comportó como una tontona. Pero lo que dijo fue un boomerang para ella, porque después de eso la hicieron pomada. Al final, el incidente, se convirtió en un reconocimiento a Nelson. Salió mucha gente a defenderlo”.

En la misma línea, Castañeda explicó que “me pareció de muy mal gusto y una tremenda ignorancia deportiva. Y una falta de respeto que le dio mucho al fútbol chileno”.

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