Cindy Nahuelcoy y Loreto Toloza encabezan los castigos arbitrales más duros del siglo XXI

En los últimos años, las sanciones arbitrales se han ido endureciendo. Foto: Archivo.

Las juezas recibieron 40 partidos de castigo, una sanción de las más drásticas que se recuerde, superando incluso a las suspensiones por vergonzosos episodios como el Club del Poker y la agresión de Francisco Caamaño a Alejandro Carrasco.



Un nuevo remezón vive el mundo del arbitraje chileno. Cindy Nahuelcoy y Loreto Toloza fueron suspendidas con 40 partidos, luego de que reconocieran no tener pruebas para sostener que Julio Bascuñán, miembro de la Comisión de Árbitros, mantenía una relación sentimental con su colega Leslie Vásquez y que fruto de ello la asistente se viera beneficiada en designaciones. La sanción es la más dura que un réferi haya recibido a lo largo del siglo XXI.

Un castigo similar se registró el año pasado, cuando el árbitro asistente Felipe Jerez recibió los mismos 40 encuentros de suspensión por su participación en el escándalo de Huachipato y Copiapó, por la liguilla de promoción de 2021. Pero de ahí hacia atrás, ninguna sanción ha sido tan drástica como estas dos.

A comienzos de siglo, un bochornoso episodio dio la vuelta al mundo. En agosto de 2002, el árbitro Francisco Caamaño agredió con un rodillazo en los testículos a Alejandro “Bocha” Carrasco, jugador de Audax Italiano. El incidente ocurrido en el estadio Germán Becker de Temuco tuvo severas consecuencias: 25 partidos de suspensión. Eso sí, el juez decidió renunciar al referato antes y solo volvió un año después como árbitro de Primera B. Actualmente, es ayudante de Fernando Díaz en Coquimbo Unido.

Al año siguiente Patricio Polic quedó en el ojo del huracán luego de perjudicar directamente a Provincial Osorno frente a Universidad Católica, en la fase previa de la Copa Sudamericana. No cobró un gol olímpico a los lecheros, pitó un controvertido penal sobre Sergio Gioino y ordenó repetir un lanzamiento en la definición desde los 12 pasos. El escándalo fue tal que el silbato perdió la categoría FIFA y la Conmebol lo suspendió por ocho meses sin dirigir duelos internacionales. Luego retomó su carrera y también volvió a dirigir a nivel sudamericano.

El Club del Poker

Corría 2012 y una investigación de TVN develó la existencia del Club de Poker, una agrupación informal entre los mismos jueces que se juntaba a jugar al popular juego de cartas. En ese ambiente se resolvían las designaciones, beneficiando a los más cercanos, lo que también les significaba un importante rédito económico.

Las veladas se realizaban en el departamento de Mario Sánchez, quien estaba a cargo del área de Desarrollo, sin participar en la Comisión de Árbitros. La ANFP descabezó a la entidad, instalando a Pablo Pozo por Gastón Castro en la testera además de despedir a Sánchez y suspender por ocho meses a Cristián Basso, Carlos Rumiano, Marcelo Barraza y Roberto Tobar, quienes aparecieron mencionados en las indagatorias. Además, les quitó la condición de jueces FIFA a los dos últimos, aunque Tobar la recuperaría después, para convertirse en uno de los jueces más cotizados de Sudamérica y ser hoy el jefe del referato chileno.

Los hermanos Gamboa

Eduardo y Nicolás Gamboa heredaron de su padre Eduardo la pasión por el arbitraje. Ambos llegaron a dirigir en Primera División y también se han visto involucrados en groseros errores, por los que recibieron fuertes castigo. El mayor de los hermanos fue protagonista en diciembre de 2017, en la definición por penales entre Vallenar y Melipilla, que definía el ascenso a la Primera B. El juez ordenó repetir el lanzamiento de Juan Silva, quien se había detenido antes de patear, mientras que Jaime Bravo se adelantó. En ese caso, lo que correspondía era dar por fallado el lanzamiento y la victoria a los Potros. El error le costó una suspensión de cuatro meses y medio.

El menor de los hermanos recibió un duro castigo este año, cuando fue acusado por los jugadores de Audax Italiano de insultarlos en un encuentro frente a Universidad Católica en La Florida. Recibió una suspensión de 15 partidos. Sin embargo, se le permitió dirigir en Copa Chile.

Bonus track

Uno de los abogados firmantes del fallo unánime de la Primera Sala del Tribunal de Disciplina de la ANFP es Alejandro Musa, exárbitro. En el siglo pasado, más precisamente en 1998, el réferi acaparó todas las portadas al validar un gol inexistente del volante lila Luis Chavarría -quien celebró con todo- en un partido entre Deportes Concepción y Deportes Temuco. El balón ingresó por un costado del arco, lo que no fue advertido por el silbante, quien luego recibiría el castigo correspondiente y poco tiempo después dejaría las canchas.

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