Andrey Rublev hace historia y logra su primer Masters 1000 tras vencer a Holger Rune en Montecarlo

Andrey Rublev consiguió en Montecarlo el primer Masters 1000 de su carrera. Foto: REUTERS/Eric Gaillard.

En su segunda final en Mónaco, el ruso consiguió el título del torneo y obtuvo su primera corona de esta categoría luego de batallar por más de dos horas y media con el joven danés de 19 años.



Un partido acorde a las expectativas planteadas con antelación fue el que protagonizaron este domingo Andrey Rublev (6º) y Holger Rune (9º) en la final del Masters 1000 de Montecarlo, definición que se inclinó hacia el ruso por parciales de 5-7, 6-2 y 7-5 tras 2 horas y 36 minutos de ardua disputa.

El encuentro comenzó favorable al danés, quien en el primer set logró un rompimiento en el sexto juego que lo adelantó 4-2 en el marcador; sin embargo, la ventaja no duraría mucho porque el ruso respondió de inmediato, quebrando el servicio de su rival para luego igualar el tanteador.

De esa manera, el cotejo llegó hasta el 6-5 favorable al oriundo de Gentofte, momento en que un nuevo quiebre le dio la primera manga por 7-5 tras 57 minutos.

En el segundo parcial, el moscovita salió decidido a cambiar su suerte, lo que le dio resultado en el game inicial, quebrando el saque de Rune y luego confirmando el rompimiento en el juego siguiente con su servicio.

No obstante, el danés de 19 años reaccionó, para más tarde dejar el marcador 2-2. Sin embargo, Rublev volvió a presionar a su oponente para luego generar dos nuevos quiebres en el quinto y séptimo juegos, escenario que lo dejó con la mesa servida para cerrar el set por 6-2 en 35 minutos.

Con el tanteador en tablas, ambos tenistas buscaron desequilibrar desde el inicio de la tercera manga. Y fue Rune el primero en golpear, tras quedarse con el saque del nacido en Moscú en el segundo juego y luego ganar el suyo para adelantarse por 3-0.

Así, el encuentro llegó hasta el 4-2, instante en que el danés volvió a flaquear, situación aprovechada por el ruso para luego equilibrar el cotejo 4-4.

Ese envión anímico fue clave para Rublev, quien con el marcador 5-5 consiguió otro rompimiento en el undécimo game para posteriomente sellar el partido por 7-5, en un set que se estiró por una hora y 4 minutos.

Con este resultado, el tenista ruso logró su decimotercer título y el primero de la categoría Masters 1000 de su carrera, luego de haber sido finalista del torneo monegasco y de Cincinnati en 2021.

Asimismo, inclinó la balanza a su favor en el historial de enfrentamientos con Rune, tras caer en octavos de final del Masters 1000 de París en 2022 y vencerlo en la misma instancia del Abierto de Australia de este año.

Por su parte, el danés también sacará réditos de su paso por Mónaco, ya que con su buena actuación en el principado subirá al séptimo lugar del ránking ATP, el mejor de su corta y exitosa trayectoria profesional.

Holger Rune vendió cara la derrota ante Andrey Rublev en Montecarlo. Foto: REUTERS/Eric Gaillard.

“Estoy llorando”

Tras el partido que lo coronó como el mejor de Montecarlo, Andrey Rublev no tuvo tapujos para confesar que estaba “llorando” por el logro conseguido.

Emocionado, el moscovita expresó a los medios su emoción. “No sé qué decir ahora mismo, me siento tan feliz. Llevo tanto tiempo intentando ganar un torneo Masters 1000. Estuve 1-4, 0-30, después he salvado pelotas de ruptura. Pensaba que no tendría la oportunidad pero, de alguna forma, lo he conseguido”, señaló.

Por último, el ruso cree que fue clave tener en mente las definiciones perdidas en el mismo campeonato y en Cincinnati en 2021 para sacar adelante el duelo de este domingo: “En mi interior confiaba en poder tener una oportunidad. Debía jugar hasta la última pelota. Recuerdo las finales anteriores, cuando iba perdiendo pensaba que no tendría opciones y mentalmente me vine para abajo, pero hoy pensé ‘cree hasta el final’. Eso es lo que intenté en el tercer set, esperando tener una nueva opción de volver. Vaya manera de lograrlo”, concluyó.

Sigue en El Deportivo

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.