Alfredo Stöhwing, el silencioso candidato que se quedó con la testera de Blanco y Negro

Alfredo Stöhwing, nuevo presidente de Blanco y Negro. Foto: Andres Perez

Si bien ha optado generalmente por el bajo perfil, en algún fue uno de los enemigos más encarnizados de Aníbal Mosa. Incluso, este último lo denunció por conflictos de interés. Sin embargo, el tiempo pasó y con el voto del propio empresario de origen sirio se convirtió en el nuevo presidente de la concesionaria por los próximos tres años.



Alfredo Stöhwing Leishner siempre ha cultivado el bajo perfil. Llegó en abril de 2018, junto con el breve regreso de Gabriel Ruiz Tagle, y, tras la salida del exministro del Deporte, permaneció en la mesa, convirtiéndose en el hombre fuerte del bloque opositor a Aníbal Mosa. De hecho, a pesar de su personalidad reservada y de ser poco amigo de las entrevistas, en un par de ocasiones a hecho excepciones y a través de ellas salió a confrontar al empresario de origen sirio.

Nacido en Valdivia el 17 de junio de 1952, el ingeniero comercial de la Universidad Católica, es hijo de Alfred Stöhwing Vega y de Flora Leishner Kapstein. Durante buena parte de su vida profesional ha estado vinculado al mundo de los seguros. De hecho, es el director ejecutivo de la Compañía de Seguros Continental, en la que comparte funciones con otro miembro del directorio de ByN, Diego González Riedemann, quien se desempeña como gerente general de la firma. También fue parte del directorio de la Asociación de Aseguradoras de Chile.

En 2019, tras la salida de Ruiz Tagle, fue el candidato del bloque para pelearle la presidencia a Mosa. Sin embargo, no pudo superarlo, ya que el puertomontino se impuso con los votos de su sector y los del Club Social. En la víspera de esa Junta de Accionistas, este mismo lo acusó de conflicto de interés por negocios con la compañía de seguros que representa.

De ahí en adelante, su protagonismo interno en la sociedad anónima que rige a Colo Colo aumentó progresivamente. Fue uno de los directores que se opuso firmemente a las atribuciones de Harold Mayne-Nicholls como vicepresidente ejecutivo. De hecho, estuvo de acuerdo con la no renovación del expresidente de la ANFP en esa función, lo que significó dejarlo sin sueldo. “Se le asignaron labores en relación con la posible remodelación del estadio, contactos internacionales y otras cosas que no recuerdo en este momento. Y esas cosas, producto de la situación que estamos viviendo, desaparecieron”, argumentó en entrevista con El Deportivo.

Conocido por un estilo más dialogante que otros personeros de su sector, también tiene otros pasatiempos como el tenis. Incluso, su ficha aparece en la página de la Federación Internacional de Tenis (ITF), luego de haberse inscrito en un torneo con puntos para ese ranking, la Copa Sport Francés de 2017. Sin embargo, no se presentó frente a su rival Alfonso Morandé Court.

En las últimas semanas, Stöhwing mantuvo contacto frecuente con Edmundo Valladares. Fue uno de los encargados de comunicarle al ahora saliente timonel la intención de sumar un vicepresidente del vialismo, conversaciones que se intensificaron durante el fin de semana, pero que finalmente no llegaron a buen puerto y terminaron con el periodista y Edison Marchant fuera de la sociedad anónima.

El principal desafío del nuevo mandamás será buscar la armonía de un directorio convulsionado y con hinchas molestos por la salida del Club Social de la cabeza de la concesionaria. Sin embargo, con Mosa, el mismo que lo había denunciado por conflictos de interés, espera mantener la situación un poco más controlada ahora que está un poco más cerca de los intereses de su bloque. Aunque en Colo Colo nunca nada se puede dar por seguro.

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