Stram Kurs, el partido ultraderechista y antiislámico detrás de ola de disturbios en Suecia

Manifestantes queman autos en el distrito de Rosengard, en Malmo, Suecia, el 17 de abril de 2022. Foto: Reuters

Varios países islámicos reprocharon la quema de un ejemplar del Corán por parte de colectividad "bajo el pretexto de la libertad de expresión".


Países y organizaciones árabes e islámicas condenaron este lunes las concentraciones islamófobas en Suecia para “quemar el Corán”, lo que consideraron una “ola de odio” y una “provocación”. Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad suecas y los manifestantes contra un grupo de extrema derecha responsable de la acción -”bajo el pretexto de la libertad de expresión”- han dejado 40 heridos en los últimos días, anunció la policía local.

“Algunos casos pueden ser considerados intentos de homicidio (a miembros) de las fuerzas de seguridad y todos los casos constituyen agresiones graves a la policía”, dijo el jefe de la Policía Nacional de Suecia, Anders Thornberg, quien agregó que entre los 40 heridos hay 26 policías y 14 civiles.

Los primeros enfrentamientos tuvieron lugar el jueves en Linköping y Norrköping (sur de Suecia), donde se desarrollaron las dos primeras fases de la gira del movimiento y pequeño partido antiinmigración y antiislam Stram Kurs (Línea Dura), liderado por el danés-sueco Rasmus Paludan.

Un personal de policía observa un bus en llamas después de que una manifestación organizada por Rasmus Paludan se volviera violenta en Malmo, el 16 de abril de 2022. Foto: Reuters

Paludan, que fue condenado en Dinamarca por insultos racistas, ha estado realizando en los últimos días una “gira” por Suecia, especialmente por barrios con un gran porcentaje de población musulmana, donde tiene como ritual quemar el Corán, el libro sagrado del islam, provocando violentas contramanifestaciones.

Luego, el grupo se dirigió a Örebro (centro), los suburbios de Estocolmo y Malmö (sur) antes de anunciar nuevas manifestaciones para el domingo en Linköping y Norrköping. Durante esa jornada se produjeron enfrentamientos en estas dos ciudades, con varios autos quemados, policías apedreados y 26 personas detenidas.

“Alrededor de 200 participantes fueron violentos en la escena y la policía tuvo que intervenir con armas, en defensa propia”, dijo el jefe de Operaciones Especiales, Jonas Hysing. La policía realizó disparos de advertencia y “tres personas aparentemente fueron alcanzadas por los rebotes” y fueron hospitalizadas en Norrköping, una ciudad de 130.000 habitantes ubicada a unos 160 kilómetros al suroeste de Estocolmo.

El jefe de la policía nacional de Suecia, Anders Thornberg, dijo que nunca antes había visto tanta violencia. “Hemos visto disturbios violentos antes. Pero esto es otra cosa”, comentó.

Un hombre mira autos en llamas después de que estallaran las protestas en Rosengard, Malmo, el 17 de abril de 2022. Foto: AP

En tanto, Paludan dijo en la página de Facebook de Stram Kurs que decidió cancelar las manifestaciones del domingo en los dos lugares, porque las autoridades suecas en la región habían “demostrado que son completamente incapaces de protegerse a sí mismas y a mí”. “Si resultara gravemente herido o muerto debido a la insuficiencia de la autoridad policial, sería muy triste para los suecos, daneses y otros norteños”, agregó.

Paludan recibió permiso para una serie de manifestaciones en Suecia durante el fin de semana de Pascua para coincidir con el Ramadán. Debido a la postura de Suecia sobre la libertad de expresión, la policía dijo que no podía revocar esas autorizaciones. El derecho de los manifestantes “a protestar y hablar pesa enormemente, mucho y se necesita una cantidad increíble para que esto sea ignorado”, dijo el representante de policía Kim Hild a la agencia de noticias sueca TT.

En 2020, Paludan, abogado, fue inhabilitado de la profesión legal por tres años y sentenciado a tres meses de cárcel luego de ser declarado culpable de racismo. Fue expulsado de Suecia durante dos años después de quemar el Corán, pero eludió la prohibición después de que su solicitud de ciudadanía sueca fuera exitosa. Anteriormente fue encarcelado en 2019 por hacer un discurso racista.

Contramanifestantes prenden fuego a un bus de la policía antes de una protesta planeada por Rasmus Paludan en Orebro, Suecia, el 15 de abril de 2022. Foto: Reuters

Su grupo de extrema derecha tiene una agenda antiislámica y se describe a sí mismo como el partido político más patriótico de Dinamarca. Stram Kurs estuvo cerca de ingresar al Parlamento en las elecciones de 2019 de Dinamarca con una política basada en prohibir el islam y deportar a cientos de miles de musulmanes. Obtuvo el 1,8% de los votos en las elecciones nacionales de 2019, por debajo del umbral del 2% necesario para ingresar al Congreso. La gira de Paludan por Suecia se produce en medio de especulaciones de que se presentará a las elecciones nacionales en septiembre.

Protesta del mundo islámico

“La ola de odio e intolerancia en Suecia contra nuestra religión islámica es rechazada y peligrosa por su adopción de una ideología contraria a los principios de la convivencia”, dijo este lunes el consejero político del presidente de Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash, en su cuenta de Twitter.

Arabia Saudita, que acoge los principales santuarios islámicos del mundo, también condenó la “ofensa intencional por un grupo de extremistas en Suecia”, y el Ministerio de Relaciones Exteriores saudita subrayó en un comunicado “la importancia de concertar los valores del diálogo y la convivencia, y renunciar al odio, el extremismo y la exclusión”.

Una estudiante iraní levanta un Corán mientras participa en una manifestación frente a la embajada de Suecia en Teherán, el 18 de abril de 2022. Foto: AFP

En este contexto se expresaron países como Kuwait y Qatar, que coincidieron, en sendos comunicados, sobre la necesidad de que “la comunidad internacional asuma su responsabilidad para frenar esas acciones” y “trabaje por una solución a la controvertida relación entre la libertad de religión y creencia y la de expresión”. Doha consideró este acto como una “incitación y una grave provocación a los sentimientos de más de dos mil millones de musulmanes en el mundo”.

Por otro lado, la Liga Mundial Islámica, integrada por 57 países, calificó la acción como “acto absurdo y vergonzoso”. El embajador de Turquía en Estocolmo, Hakkı Emre Yunt, dijo que el gobierno de su país “ha transmitido su molestia y sus sensibilidades al respecto al Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia. Las autoridades afirmaron que continúan las investigaciones sobre este asunto”, dijo.

El domingo, Irak e Irán convocaron a los respectivos diplomáticos suecos para protestar por la convocatoria de Paludan.

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