Jeremy Hunt, el “primer ministro de facto” en Reino Unido y una de las posibles cartas para suceder a Liz Truss

El Ministro de Hacienda británico, Jeremy Hunt, habla en la Cámara de los comunes, en Londres, el 17 de octubre de 2022. Foto: Reuters

El nuevo ministro de Hacienda asumió la cartera el viernes pasado y desmontó el plan de rebajas fiscales propuesto por la primera ministra británica. Truss se disculpó por los "errores" de su programa, pero dijo que no dimitiría.


La vida en la política tiene muchas vueltas y eso es lo que le ha ocurrido al actual ministro de Hacienda británico, Jeremy Hunt. Si bien es uno de los parlamentarios conservadores con más experiencia, su campaña por ganar el liderazgo de la colectividad fracasó estrepitosamente hace unos meses, cuando de los ocho candidatos en la primera votación para suceder a Boris Johnson, terminó último con el apoyo de solo 18 diputados. Anteriormente había terminado como segundo, después del propio Johnson en las elecciones de liderazgo de 2019. Y ahora figura como el “primer ministro de facto” y un serio candidato para suceder a Liz Truss, la jefa de gobierno británico que lleva poco un mes y medio en el cargo.

El ministro de Hacienda es uno de los pocos conservadores que podría unir a los correligionarios enemistados y evitar una competencia prolongada por el liderazgo, según creen los parlamentarios consultados por el diario The Times. Es uno de al menos cuatro parlamentarios conservadores que se discuten como posibles candidatos de unidad, junto con Rishi Sunak, Penny Mordaunt y Ben Wallace.

Desde que Hunt llegó al ministerio de Hacienda en reemplazo de Kwasi Kwarteng, el viernes pasado, distintos parlamentarios de su partido han señalado que es él quien tiene el “poder real”.

Jeremy Hunt junto a Liz Truss y Penny Mordaunt durante una sesión en la Cámara de los Comunes, en Londres, el 17 de octubre de 2022. Foto: Reuters

Así, por ejemplo, Sir Roger Gale dijo a The Telegraph, que la debilidad política de Truss significaba que Hunt ahora estaba en una posición más poderosa que ella. “Creo que Jeremy Hunt es el primer ministro de facto en este momento. Está bastante claro que todos los tiros ahora se toman desde el Número 11 (de Downing Street, residencia oficial del ministro de Hacienda) y, en cierto modo, estoy feliz de decir que estoy muy contento de que así sea, porque creo que eso estabilizará los mercados y espero que podamos encontrar un camino a seguir para Reino Unido”, señaló el parlamentario conservador.

“Si se equivoca en esto, nos iremos al infierno en un carro de mano, pero si lo hace bien, entonces podemos salir de esto, creo, mejores y más fuertes y podemos comenzar a avanzar en la dirección que queremos”, añadió

Asimismo, el parlamentario por North Thanet desde 1983 le dijo a Sky News: “Creo que Jeremy Hunt ha asumido el trabajo, está bastante claro que lo ha asumido, en sus propios términos. Ha dicho que lo hará, pero solo lo hará si puede hacer lo que cree que es necesario para estabilizar los mercados, estabilizar la economía y volver a encarrilar el espectáculo... hay poder real en Downing Street, pero no está en el Número 10, está en el Número 11″.

Hunt es hijo de un almirante de la Marina Real británica y educado en uno de los colegios de élite, el Charterhouse School, una institución clásica de los conservadores. Alumno de la Universidad de Oxford, donde estudió la ya clásica trilogía: Política, Filosofía, Economía, también es un empresario exitoso. Su empresa de cursos en línea, Hotcourses, que vendió por 15,5 millones de euros, lo convirtió en el ministro más rico del gobierno de David Cameron, primero, y de Theresa May más tarde.

Tras terminar la universidad viajó hasta Japón, donde enseñó inglés y aprendió japonés. Se encuentra casado con una mujer china, Lucia Guo, con la que tiene tres hijos.

Fue el ministro de Salud que más tiempo permaneció en el cargo (2012-2018), durante su mandato saneó las cuentas e introdujo eficacia en el Servicio Nacional de Salud (NHS).

Truss en la cuerda floja

Hunt dio un giro de 180 grados sobre el presupuesto que viene generando turbulencia en la libra esterlina, los bonos soberanos y su popularidad política desde su presentación en el Parlamento el 23 de septiembre. El sábado dejó en claro que se venían tiempos difíciles. “Se cometieron errores. Los impuestos tendrán que aumentar. Y vienen otras decisiones difíciles”, dijo.

El gobierno británico retiró este lunes la mayor parte de un paquete económico anunciado unas semanas antes, que incluía un plan para bajar los impuestos sobre los ingresos.

En un intento de calmar a los agitados mercados financieros, Hunt dijo que cancelaría “casi todas” las rebajas fiscales anunciadas el mes pasado y anunció que había planes en marcha para reducir el gasto público.

El plan de Truss de reducir en un punto porcentual el impuesto sobre los ingresos, y que iba a entrar en vigencia el año que viene, no se aplicará, indicó Hunt. También redujo un límite a los precios de la energía diseñado para ayudar a los hogares a pagar sus facturas. Ahora se revisará en abril, en lugar de durar dos años.

El ministro de Hacienda británico, Jeremy Hunt, habla en la Cámara de los Comunes, en Londres, el 17 de octubre de 2022. Foto: Reuters

Antes de llegar al Ministerio de Hacienda, Hunt fue canciller y ministro de Salud en gobiernos previos y pertenece a una versión más moderada de los conservadores. Es el quinto ministro de Hacienda en cuatro años y sucede a Kwasi Kwarteng, que se convirtió en el que menos duró en el puesto en toda la historia de Reino Unido, con solo 38 días. En 1970, Iain Macleod apenas llegó a los 30 días, pero por otras razones, nada que ver con los mercados o su política: murió de un infarto.

Los acontecimientos se produjeron cuando Truss siguió aferrándose al poder en medio de la desesperación de los parlamentarios conservadores por el calamitoso comienzo de su mandato.

Durante el fin de semana, tres diputados conservadores le pidieron públicamente que se fuera, pero no hubo consenso entre los parlamentarios oficialistas sobre quién debería reemplazarla.

Truss se disculpó este lunes con los parlamentarios conservadores moderados por la agitación de sus seis semanas como premier. Lo hizo en un discurso en el encuentro de la colectividad llamado One Nation, con el fin de ganar apoyo del ala más de izquierda del partido, muchos de cuyos miembros respaldaron a Rishi Sunak y no recibieron puestos ministeriales.

El diario The Times señaló que había una disputa entre los presentes sobre si Truss usó específicamente la palabra “lo siento”, aunque Simon Hoare, un diputado que dijo que no lo hizo, la elogió por una disculpa “muy sincera”. Él afirmó: “Pensé que el tono, el lenguaje que ella adoptó, indicaba una disculpa clara, sin que se flagelara en medio de la habitación”.

Matt Hancock, el exsecretario de Salud, instó a Truss a realizar una reorganización y traer parlamentarios más moderados a su gobierno. Pero ella no se comprometió en la sala a hacerlo, y luego su secretario de prensa dijo que no tenía planes para una reorganización.

Un exministro presente dijo que la apariencia de Truss parecía un “ejercicio de casilla de verificación” y que su disculpa al grupo no se sintió “de ninguna manera genuina”. Manifestaron que “ninguna de las personas que están molestas se ganó”.

Luego, en una entrevista con la BBC, Truss se disculpó por los “errores” de su programa que socavaron la confianza de los inversionistas y hundieron sus índices de popularidad en las encuestas, pero dijo que no dimitiría. “Quiero aceptar la responsabilidad y pedir perdón por los errores cometidos”, señaló.

“Quería actuar pero para ayudar a la gente con sus facturas de energía, para hacer frente a la cuestión de los altos impuestos. Pero fuimos demasiado lejos y demasiado rápido”, agregó.

Asimismo, Truss dijo que llevaría a su Partido Conservador a las próximas elecciones. “Me quedo, porque fui elegida para cumplir con este país”, enfatizó. “Y eso es lo que estoy decidida a hacer”.

Sin embargo, el panorama para Truss es complejo. En su encuesta de este mes, Ipsos le dio una calificación neta de -51. Eso es peor que cualquier índice que la consultora haya registrado para Boris Johnson, pero coincide exactamente con la calificación que Ipsos le dio a John Major un mes después de la última vez que una administración conservadora tuvo problemas con los mercados financieros, el Miércoles Negro en septiembre de 1992, recordó el experto de las encuestas John Curtice en una columna en The Telegraph.

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