La biblioteca feminista actual

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Con Simone de Beauvoir y Virginia Woolf como clásicos ineludibles, el género se diversifica gracias a nuevas voces que entregan otras perspectivas, matices y experiencias. Armadas de lucidez, provocación e ironía, escriben contra el sexismo en el trabajo y la vida cotidiana, en la política y la cultura; también, contra la obligación de la maternidad. Algunas incluso critican el movimiento. Aquí, una selección de libros para sumergirse en las ideas y consignas de hoy.


El segundo sexo de Simone de Beauvoir

Toda biblioteca debe partir por sus clásicos fundamentales: son los ejes que la sostienen. Sin ellos no se explica lo que vino después. Ese es el caso de Simone de Beauvoir (1908-1986) y El segundo sexo, obra que publicó en 1949. Su análisis de la condición femenina es tan abarcador y al mismo tiempo tan concentrado que se volvió una viga maestra. "No se nace mujer: se llega a serlo", escribió la autora francesa. Y esa idea de lo femenino definido por lo cultural antes de que por la biología fue la base para los posteriores estudios de género.

Un cuarto propio de Virginia Woolf

Un ensayo o conferencia sobre las mujeres y la literatura que se convirtió en algo más: en un manifiesto sugerente por el espacio propio, una declaración lúcida y elegante contra la desigualdad y a favor de la independencia económica. "Para escribir novelas una mujer debe tener dinero y un cuarto propio", dice Virginia Woolf (1882-1941) al inicio del texto, escrito en 1929. Ese es el punto de partida del ensayo de la autora británica, que analiza con humor e ironía los desequilibrios históricos y las desventajas que han enfrentado las mujeres.

Teoría King Kong de Virginie Despentes

Escritora y cineasta, Virginie Despentes (1969) escribió este libro testimonial y cargado de energía punk en 2007 y se volvió de culto: "Escribo desde la fealdad, y para las feas, las viejas, las camioneras, las frígidas, las mal folladas (...) todas las excluidas del gran mercado de la buena chica, pero también para los hombres que no tienen ganas de proteger, para los que querrían hacerlo pero no saben cómo, los que no son ambiciosos, ni competitivos ni la tienen grande. Porque el ideal de la mujer blanca, seductora, que nos ponen delante de los ojos es posible incluso que no exista".

Todos deberíamos ser feministas

En 2012 dio una charla TED que se convirtió en un libro imprescindible. La escritora nigeriana Chimamanda Ngozi (1977) -"feminista feliz y africana"- explica que el feminismo no es solo cosa de mujeres. "Lo peor que le hacemos a los niños -a base de hacerles sentir que tienen que ser duros- es dejarlos con unos egos muy frágiles. Cuanto más fuerte se siente obligado a ser un hombre, más debilitado queda su ego. Y luego les hacemos mucho más mal a las niñas, porque las criamos para que estén al servicio de esos frágiles egos masculinos", dice.

Mujeres negras y feminismo de bell hooks

Nacer mujer y afroamericana en los 50 en EE.UU. significaba enfrentar una triple segregación desde la cuna: el racismo, la pobreza y la discriminación de género. Gloria Jean Watkins se enfrentó a ello, se doctoró en Literatura y adoptó un nuevo nombre: bell hooks, en honor a su abuela, y en minúscula porque "lo importante es lo que digo, no quién soy". En 1981 publicó Ain't i a woman: Black woman and feminism (Mujeres negras: dar forma a la teoría feminista), donde aborda esa triple opresión: "Es esencial para el futuro de las luchas feministas que las mujeres negras reconozcamos el punto especial de ventaja que nuestra marginalidad nos otorga y hagamos uso de esa perspectiva para criticar la hegemonía racista, clasista y sexista, así como para imaginar y crear una contrahegemonía", afirma. Es autora también de El feminismo es para todo el mundo.

Mujeres y poder de Mary Beard

Telémaco discutía con un grupo de hombres en la sala. Entonces apareció su madre, Penélope, y quiso intervenir. "Madre, vuelve a tu habitación, a tus labores con el telar y el huso", le dijo Telémaco. "El discurso será un asunto de hombres".

La escena pertenece a La odisea, y según la historiadora británica Mary Beard (1955), experta en el mundo antiguo y una intelectual estrella de las redes sociales, es el primer documento registrado sobre la opresión masculina a la libertad de expresión de las mujeres. Su libro Mujeres y poder reúne un puñado de conferencias que revisan, con ironía británica, cómo históricamente el poder masculino ha excluido la voz de las mujeres de la esfera pública. "Se lo mandaría de regalo a todos los hombres intelectuales que están saliendo a dar declaraciones tan desafortunadas sobre el movimiento feminista por estos días", dice la editora Catalina Infante.

Por qué no soy feminista de Jessa Crispin

La única respuesta posible es la revolución. Eso es lo que sostiene Jessa Crispin (1978) en su libro Por qué no soy feminista. Desde luego, el título es una ironía: la autora es profundamente feminista y afirma que la versión actual del movimiento no tiene pólvora: se descafeinó para ser aceptado. Se transformó en un bien de consumo. "El feminismo real es un movimiento que requiere acción, reflexión y el poder construir nuevas estructuras para nuestra vida y nuestra sociedad", sostiene quien es una aliada del feminismo académico.

Mala feminista de Roxane Gay

"Acepto abiertamente la etiqueta de mala feminista. Y lo hago porque no soy perfecta, soy humana", dice la activista Roxane Gay (1974). "Tengo algunos... intereses, rasgos de personalidad y opiniones que quizá no se alineen con el feminismo dominante, pero soy feminista", subraya la autora, colaboradora de The New York Times y una de las voces más frescas e irreverentes del activismo actual. Roxane Gay admite que le gusta el hip hop pese a su machismo, mientras desmenuza con humor y agudeza la misoginia de la cultura popular, desde Tarantino a 50 sombras de Gray.

Contra los hijos de Lina Meruane

"La maternidad: una consigna a prueba de revoluciones, un dogma contrarrevolucionario". La escritora chilena Lina Meruane (1970) es autora de este ensayo que cuestiona la maternidad como mandato social. El texto analiza "el despótico lugar de los hijos en el mundo contemporáneo y su relación con el espacio de las mujeres", subraya la editora Melanie Josch. En nuestra región destaca también la argentina Laura Rita Segato, "la voz más autorizada sobre violencia de género" según Sonia Montecino, y su libro La guerra contra las mujeres.

Feminismo pasado y presente de Camille Paglia

Atea y lesbiana, Camille Paglia (1947) se formó en el feminismo de los 60 y es muy crítica del activismo actual. Ha elaborado un discurso muy fuerte contra la no victimización, apunta la editora Marcela Fuentealba. Paglia acaba de publicar Feminismo pasado y presente. "El feminismo se ha centrado en la retórica antimasculina en lugar de en el significado de la vida", dice. "Hay una actitud muy elitista en el feminismo", agrega. Se declara a favor del aborto, pero respeta a los antiabortistas, "y me parece atroz que el feminismo los excluya de sus marchas", dice.

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