J.K. Rowling en contra de la Ley de Odio en Escocia: “Será explotada por oportunistas y puede socavar los derechos de las mujeres”

La escritora británica J.K. Rowling, mundialmente conocida por crear la saga Harry Potter, vuelve al ojo público luego de que en 2020 fuera fuertemente criticada a través de redes sociales, debido a comentarios transfóbicos que emitió en el antes Twitter, y que se masificaron cuando se aprobó la ley Trans en 2023 –permitía la autodeterminación de género a partir de los 16 años, sin necesidad de certificado médico–, que posteriormente fue vetada por el gobierno central británico. Ahora, la autora incitó a la policía local a arrestarla, luego de la promulgación de la Ley de Odio, en Escocia.

La norma, que entró en vigor el lunes 1 de abril, fue impulsada por Humza Yousaf, nacionalista paquistaní musulmán. Establece como nuevo delito la “incitación al odio” con comportamientos abusivos o amenazantes “basados en prejuicios sobre la edad, la discapacidad, la religión, la orientación sexual, la identidad transgénero o el ser intersexual”. Esto con el objetivo de frenar la discriminación, otorgando poder a la policía para interpretar si se está cometiendo un delito de odio, y así, impulsar la investigación de la denuncia.

Esta ley ha provocado desencuentros en el país británico. De acuerdo a lo expresado por Rowling, considera que “será explotada por oportunistas y puede socavar los derechos de las mujeres”.

Rowling reside en Escocia, aunque actualmente se encuentra fuera del país, por lo que utilizó la plataforma X, para enviar un mensaje a la policía: “Actualmente, estoy fuera del país, pero si lo que he escrito aquí constituye un delito según los términos de la nueva ley, espero que me detengan cuando regrese a la cuna de la Ilustración escocesa”. Además, se explayó, comentando que la ley “dio más valor a los sentimientos de los hombres que ejecutan su idea de feminidad, aunque sea de manera misógina u oportunista, que a los derechos y libertades de las mujeres y niñas de verdad”, siendo tildada nuevamente de transfóbica.

En oposición a la regla, incluso se realizó una manifestación a las afueras del Parlamento de Edimburgo durante esta semana. El grupo expresó que esta “se basa en apreciaciones subjetivas de la persona que se da por ofendida y que puede usarse como un arma para el ajuste de cuentas, ya que sería la palabra de uno contra la del otro”.

Distintas organizaciones que abogan por los Derechos Humanos en ese país también dieron a conocer su opinión, considerando que la “ambigüedad del redactado facilitará que haya un aluvión de denuncias injustificadas”. La autora estuvo de acuerdo con esos dichos, y lamentó que la legislación no incluya al colectivo de las mujeres. La respuesta por parte del gobierno tuvo que ver con este último punto, asegurando que “se legislará de manera separada contra la misoginia”.

La autora fue víctima de violencia machista, y lo ha hecho público en varias ocasiones. En 2022 creó albergues para mujeres que necesitaran asilo por lo mencionado –aunque la entrada de personas trans está prohibida–.

A pesar de la alusión directa a los uniformados británicos, la institución anunció que queda exenta de cualquier investigación. “Los comentarios no se consideran delictivos y no se tomarán más medidas”, expresó un portavoz de la Policía de Escocia.

Esta resolución es cuestionada, ya que demuestra los cuestionamientos planteados respecto a la ambigüedad del escrito, no delimitando los límites de la libertad de expresión, ni el rol que tendrá la legislación respecto a los discursos de odio en las distintas plataformas.