“Es bueno que se lloriquee”: nueva generación de actores apunta a las “promesas incumplidas” del gobierno y los “fondos dramáticos” de la cultura

“Es bueno que se lloriquee”: nueva generación de actores apunta a las “promesas incumplidas” del gobierno y los “fondos dramáticos” de la cultura

Josefina Fiebelkorn, Jorge Arecheta, Antonia Santa María, José Antontio Raffo y Francisco Dañobeitía estrenarán obras en el Teatro Municipal de Las Condes. Los cinco evalúan en Culto la gestión cultural de Gabriel Boric y las altas expectativas que tenían con su mandato. Además, hablan de los dichos de Jaime Vadell y Magdalena Max-Neef, quienes calificaron a parte del gremio como "llorones".


Hace meses se instauró el debate sobre las condiciones de trabajo de los actores chilenos y las gestiones culturales del actual gobierno. Los dichos de Magdalena Max-Neef y de Jaime Vadell, quienes tildaron a sus colegas de “llorones”, abrieron aún más reflexión en torno a quienes viven del teatro. ¿Son llantos injustificados o quejas válidas?

Diversos actores dieron sus posturas. Por un lado, Amparo Noguera, Alfredo Castro y Francisco Melo ya se habían manifestado críticos hacia la política cultural de Gabriel Boric, donde -según sus palabras- el bajo cumplimiento de las promesas de campaña han marcado la mitad de su mandato. El actor protagonista de El Conde fue tajante: hay cosas más importantes que los llantos de los actores. Max-Neef estuvo de acuerdo y añadió un elemento más a la discusión: el nivel de complejidad del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes.

Jaime Vadell y Magdalena Max-Neef

Josefina Fiebelkorn, Jorge Arecheta, Antonia Santa María, José Antontio Raffo y Francisco Dañobeitía forman parte de una nueva generación de actores, quienes adquirieron mayor reconocimiento gracias a las telenovelas y actualmente trabajan en teatros, cine y/o televisión.

Después del lanzamiento de la cartelera 2024 del Teatro Municipal de Las Condes, conversaron con Culto sobre la incertidumbre de la profesión. Con las agendas divididas entre proyectos, con presupuestos complejos y el desafío de mantenerse empleados, los cinco actores nacionales, que apoyaron o no a Gabriel Boric, analizan desde distintos lugares los dos años de gestión y los desafíos del rubro.

Quejas, expectativas y guitarras

Patricia Rivadeneira, quien en diálogo con Culto señaló la liviandad de las palabras de Magdalena Max-Neef, fue enfática al decir que “no son quejas baladíes, no son llanteríos histéricos, son cosas concretas”, refiriéndose a que la precariedad “no es tema de este gobierno”, sino algo que “hemos vivido siempre”.

Asimismo, Daniel Alcaíno declaró en el espacio La voz de los que sobran: “Nunca nadie me prometió que esto iba a ser un jardín de rosas. Nunca nadie me prometió que con el teatro me iba a hacer millonario. Y en eso estamos. Seguimos ensayando, seguimos trabajando contra viento y marea”. Como una moda de la derecha definió el acto de buscar ‘cosas’ a Boric, donde además señaló: “algunos colegas caen en la trampa, creo yo”.

Jaime Vadell volvió a apuntar a sus colegas. “Yo hallo que son muy llorones, sí. Siempre están pidiendo que los mantenga el Estado, no tiene por qué ser eso. ¿Por qué el Estado va a mantener a los actores si el Estado no es capaz ni de mantener a los profesores? Esos huevones sí que son importantes”, remató el actor.

El análisis de los actores más jóvenes es menos confrontacional. “Lo han dicho claro. Uno piensa: ‘si no es con Boric, con quién’. Creo que había mucha expectativa por parte de nuestro gremio con la gestión de Boric. Lo sigo apoyando y sigo creyendo que, de todas maneras, era el mejor escenario. Además, me gusta mucho él como persona y su vínculo personal que tiene con la cultura y con el teatro, creo que es muy importante en un presidente, pero supongo que otra cosa es con guitarra; pues claro, las expectativas que teníamos no se han cumplido, pero todavía tiene tiempo, así que ojalá que él y su equipo puedan. Vamos por ese 1%”, dice a Culto Antonia Santa María.

La actriz conocida por sus papales en La Chúcara y El Señor de la Querencia, hoy ejerce como productora y actriz protagónica de Moscas sobre el mármol, obra a estrenarse el 5 de abril, donde también participan Paulina García y Jorge Arecheta.

Jorge Arecheta y Antonia Santa María

En tanto, Josefina Fiebelkorn, del elenco de Cecilia y próximamente de Es por amor, asegura que las quejas de los actores suenan más fuerte por su visibilidad. “Se hacen notar, porque la gente está con los ojos puestos sobre los actores. Cuando las necesidades de los actores aparecen se van a saber, pero es bueno que se lloriquee en ese sentido. Siento que hay mucho que está al debe y no es algo de este gobierno, sino de otros anteriores también”, dice a Culto.

La “ruleta rusa”

José Antonio Raffo, quien participó en las teleseries Amar Profundo y Perdona nuestros pecados, está enfrascado en diversas producciones cinematográficas, en su banda Tempera Música y, próximamente, en Es por amor, un musical ambientado en los ochenta, del Teatro Municipal de Las Condes.

“Hay que ser realista y entender que tenemos muchos problemas, pero también hay que ser súper conscientes de que no es el problema de un gobierno. Yo por este gobierno saqué mucho más la voz, porque estábamos dando una pelea súper polarizada. No me arrepiento de haberlo hecho, creo que no ha sido un pésimo gobierno. Obviamente, quedan cosas pendientes en términos de cultura. Quizás se prometieron cosas que siempre se supo que no se iban a hacer y creo que ese tipo de populismos también afectan”, comenta Raffo a Culto.

José Antonio Raffo

Quien es más optimista es Jorge Arecheta. “Creo que también asumía en un periodo más bien complejo. Obviamente, estoy quizás a la espera de algunas cosas, pero prefiero creer”, dice el coprotagonista de Moscas sobre el mármol.

Incertidumbre es una de las palabras que usan para describir el mundo de la actuación. “Siempre es una incertidumbre, o sea, no es algo que sea como es estable en mi vida. Cuesta estar en el presente. Siempre estoy un poco en el futuro, viendo qué voy a hacer después, gestionando, entonces hay una suerte de ruleta rusa”, dice Francisco Dañobeitía, parte del elenco de Como la vida misma y de la próxima obra, Cabaret.

Francisco Dañobeitía

Financiamiento, el talón de Aquiles

Según Josefina Fiebelkorn, el teatro es la última prioridad en las economías domésticas. En la economía país, pasa lo mismo. “Está todo súper caro, en el teatro, sobre todo los musicales, las entradas no son baratas. Después de la pandemia la gente quedó con hartos hoyos económicos. Hay tantas cosas que están pasando todo el tiempo a nivel país, tantas emergencias, que el teatro no ocupa un lugar de prioridad y ha quedado muy abandonado”, expresa.

Otros actores agregan que el abandono no es exclusivo de estos últimos dos años. “La conversación con respecto a la cultura va más allá de este gobierno en particular y va más allá de este Fondart en particular. Que casi la única manera para generar fondos sea postular a este fondo concursable, que si no sale tienes que esperar hasta el otro año, habla también de que el arte debería posicionarse de otra manera. Son temas más a largo plazo”, reflexiona Jorge Arecheta.

Josefina Fiebelkorn

El financiamiento para los proyectos teatrales pueden ser públicos, a través de los fondos concursables y el apoyo de municipalidades, o privados, a través del apoyo del empresariado.

Los fondos son dramáticos, hoy en día. Cada vez son menos las platas para los fondos y cada vez son más los grupos que postulan y que “compiten a estas alturas”. Reconozco que soy súper afortunada, porque he tenido trabajo en producción hace un tiempo largo y me he vinculado con espacios culturales que quizás sí tienen más recursos, como en este caso”, manifiesta Antonia Santa María, haciendo referencia al Teatro Municipal de Las Condes.

Tenemos como que competir. Creo que está mal planteado, mal abordada la forma y creo que es súper importante y necesario que empiece a cambiar. No es el sistema óptimo para que la gente pueda hacer arte”, comenta también Francisco Dañobeitía.

El apoyo de los privados es clave, como lo señaló Paulina García a Culto. “Como no está otorgada de forma basal por el Estado, uno siempre va a tener que buscar en privados y, espero, tengo la esperanza, en que los privados van a ir sumándose cada vez más a la actividad cultura”, afirma Jose Antonio Raffo.

“Hoy el teatro se financia con los privados, con los teatros municipales. Se hace lo que se puede para tratar de sobrevivir sin tanto apoyo estatal. Independiente del gobierno, no creo que tenga que ver con los gobiernos, sino con que no se ha puesto sobre la palestra el tema”, concluye Josefina Fiebelkorn.

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