Ted, la Serie: el regreso del oso incorregible

Ted, la Serie: el regreso del oso incorregible. Foto: Peacock

Tras las películas de 2012 y 2015, el personaje al que da voz Seth MacFarlane retorna con una producción que funciona como precuela de ambas cintas. Max Burkholder, el actor que interpreta a la versión joven de John Bennett, detalla a Culto las claves de la ficción y su aproximación al rol. “Quería asegurarme de aprender el acento de Boston, no la voz de Mark Wahlberg”, asegura.


Un día de 1985, cuando era apenas un niño, John Bennett pidió que su oso de peluche adquiriera vida propia para así tener a un amigo que lo acompañara para siempre. Por arte de magia, su deseo se cumplió y su peludo y malhablado juguete se transformó en una celebridad que ganó fama mundial.

En los años posteriores todo se derrumbó en la vida de ambos, como graficaron las cintas sobre la dupla, las desenfadadas Ted (2012) y Ted 2 (2015). Ahora, mediante una serie de televisión creada por Seth MacFarlane a petición de Universal, el público observa sus experiencias en 1993, mientras viven con los padres de John y la prima de la familia, Blaire, y el peluche antropomórfico empieza a asistir a la escuela del joven de 16 años.

Foto: Peacock

“Vemos cómo era John cuando todavía tenía la oportunidad de llegar a algún lugar en la vida. Obviamente, sabemos cómo termina, porque todos hemos visto las películas. Pero estamos observando este período de su vida que creo que mucha gente experimenta al final del colegio, en que queda poco tiempo antes de salir al mundo real”, indica Max Burkholder (Los Angeles, 1997), el actor detrás del personaje principal en la ficción que se estrena este viernes 16 en Universal+. “Lamentablemente para todos, Ted está en la vida de John y todos los días lo arrastra por el camino de la corrupción y la destrucción”, apunta en diálogo con Culto.

Según las propias palabras de MacFarlane, uno de los motivos que lo impulsó a seleccionarlo para el papel consistió en que “evocaba un poco la arrogancia” de Mark Wahlberg, la estrella al frente de los dos filmes. Sin embargo, Burkholder trató de otorgarle un condimento propio al rol, a quien considera “un niño tonto cuyo corazón está en el lugar correcto”.

“Vi muchas veces las dos películas, con el fin de tener una idea de hacia dónde se dirigiría este tipo en el futuro. Pero en términos del personaje en sí, gran parte estaba en el texto. Los guionistas hicieron un muy buen trabajo creando la versión más joven de una persona que era claramente diferente. Tuve mucha suerte de no tener que trabajar mucho en cuanto a eso. Pero sí, especialmente con el acento, quería asegurarme de aprender el acento de Boston, no la voz de Mark Wahlberg, por supuesto”, detalla.

Según describe, en las grabaciones prevaleció una atmósfera “muy libre y fluida”. “Siempre nos aseguramos de lograr un par de buenas tomas tal como estaban escritas, pero era un set tan eficiente y bien dirigido, que siempre había espacio para toda la improvisación que quisieras. Si tenías una idea, podías presentar un chiste y hacerlo en la siguiente toma”.

Foto: Peacock

La mayor parte de los comentarios apuntan a que el intérprete de 26 años hace un buen trabajo como la versión adolescente del protagonista. Sorprendentemente, este es su primer papel en una serie de comedia con personajes de carne y hueso, tras prestar su voz en otras producciones originadas en la mente de MacFarlane (Family guy, American dad!)

“Siempre he amado la comedia, soy un gran consumidor de ella. Me gusta pensar que soy una persona divertida en las conversaciones de la vida real. Pero esta fue una experiencia completamente nueva y muy divertida. Y simplemente estimulante. Creo que la gente ha respondido”, señala.

El proceso no estuvo exento de dificultades. Aunque la tecnología ha mejorado durante los últimos años, se enfrentó al mismo desafío que Wahlberg: actuar frente a un espacio vacío en todas las escenas que comparte con el oso de peluche, ya sea cuando están juntos en la sala de clases o fumando marihuana a escondidas de sus padres.

Burkholder reconoce que la experiencia en un inicio fue “muy extraña y frustrante”. “Después de un tiempo realmente comienzas a acostumbrarte. Ahora mismo puedo mirar a cualquier lugar de esta habitación e imaginar a Ted estando aquí y saber exactamente dónde se encuentra, dónde están sus ojos y cómo se mueve”.

De Jurassic Park a Lori Loughlin

La precuela justifica su existencia como una serie dándole desarrollo a los otros miembros de la familia del protagonista, compuesta por un papá republicano (Scott Grimes), una mamá ingenua (Alanna Ubach) y una prima progresista (Giorgia Whigham). “Tienes esta dinámica familiar, no es sólo la serie de John y Ted, aunque es eso en una buena parte. Se trabajó mucho para que pareciera que debía estar en la televisión”, sostiene, junto con agregar: “Creo que tal vez en un mundo diferente habría sido una (tercera) película, pero no creo que hubiera sido tan buena”.

En la pieza que comparte con su incorregible amigo, John Bennett tiene una imagen de Lori Loughlin, la actriz que brilló en la televisión de comienzos de los 90 gracias a su rol en Tres por tres. Aunque Max Burkholder nunca ha visto esa emblemática sitcom, cuenta que disfrutó con los guiños.

“En verdad nunca vi Tres por tres, pero soy un gran admirador de Jurassic Park. También hay referencias a Star Wars; Ted se viste como Ewok en un momento. Para mí todo eso es muy acertado en términos de lo que me gusta de la cultura pop de los 90″, cuenta.

Burkholder revela cuál es su momento favorito del largometraje original: “Probablemente cuando (John y Ted) consumen un montón de cocaína y pelean con la familia asiática junto a Flash Gordon. Es tan payasesco, caricaturesco y demente, y todo lo que amo del sentido del humor de Seth MacFarlane”.

Foto: Peacock

En sus siete episodios la ficción mantiene ese descarado humor de las cintas originales, con un ingrediente asociado a la época en que transcurre. “Al estar ambientada en los años 90, tienes a toda esta gente expresando estas creencias que parecen terriblemente anticuadas, lo cual es muy divertido. Piensas: mira lo estúpidas que eran estas personas. Siento que eso genera que nos preguntemos: ¿de cuáles creencias que tengo hoy se burlarán dentro de 30 años? Eso será algo difícil de predecir”.

El actor estima que la serie tiene material suficiente para que se produzcan más capítulos. “Cruzo los dedos para que haya una segunda temporada, aunque todavía no he oído nada. Pero (los guionistas) la dejaron lo suficientemente abierta como para que exista un margen, con John entrando a su último año de colegio. Quedó abierta y terminó como lo haría una sitcom si no estuvieran seguros de una continuación”, concluye.

Sigue leyendo en Culto

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.