Llega documental sobre la canción El Pueblo Unido Jamás Será Vencido: “En los 90 nadie quería tocarla”

Llega documental sobre la canción El Pueblo Unido Jamás Será Vencido: “En los 90 nadie quería tocarla”

El alcance mundial de la composición creada en 1973 por Sergio Ortega y Quilapayún es el eje del filme dirigido por el musicólogo Martín Farías. La cinta se sostiene en testimonios de artistas de Chile, Portugal, Francia, Alemania, Finlandia y Japón. “Si bien ha tenido una circulación muy importante, no ha estado circunscrita a un estilo musical en particular”, indica el realizador.


La voz en off del filme comienza planteando dos preguntas: “¿Cómo se hace un documental sobre una canción? ¿Cuáles son las imágenes que le corresponden a esos sonidos?”.

En inicio, mientras la música corre de fondo, la cinta se detiene en un material de archivo con doble exposición, donde se yuxtaponen un concierto de Quilapayún con una protesta realizada en Santiago en marzo de 1973.

Se desconoce cuáles imágenes se registraron primero o cuáles después. Tampoco se sabe si se usó esa técnica de manera intencional o fortuita. Pero la recuperación de esa grabación le permite al director Martín Farías introducir Himno, su documental sobre El pueblo unido jamás será vencido. Su objetivo, acota en el mismo largometraje, es “pensar cómo y por qué después de 50 años esta canción sigue emocionando y haciendo cantar a las personas alrededor del mundo”.

El músico Eduardo Carrasco recuerda el día en que Sergio Ortega los invitó a su casa de Lo Cañas y nació la primera versión de la composición. También revive que fue interpretada por primera vez en vivo en una manifestación de las mujeres allendistas en la capital.

En paralelo a su relato, conocemos a La Fanfare Invisible, una numerosa y variada agrupación francesa especializada en la canción de protesta e integrada por personas interesadas en militar a través de la música. En su reportorio están Bella ciao, L’Estaca y, por supuesto, El pueblo unido jamás será vencido.

Su interpretación es una de las tantas que aparecen en el documental que llegará a cines chilenos el próximo 4 de abril a través de Miradoc. Musicólogo e investigador, Farías detalla que ha recopilado más de 130 grabaciones de diferentes artistas y que en la película se incluyen cerca de 25 ellas. La selección, afirma, estuvo sujeta a múltiples factores.

“Había varios criterios, pero lo que nos interesaba era que pudiéramos contar una historia al respecto, profundizar a través de personas que la han tocado y de quienes consideramos que han sido importantes para la expansión que ha tenido la canción por el mundo”, indica a Culto. Por ese motivo juega un rol preponderante Agit-prop, la banda finlandesa que visitó Chile en 1973 y fue determinante en darla a conocer en Europa.

En 2015, cuando se les ocurrió la idea, Farías y la productora Eileen Karmy residían en Escocia. “Vimos que en distintos países de Europa era mucho más conocida de lo que sospechábamos. El proyecto siempre tiene tuvo ese espíritu internacional”, asegura sobre un filme que también los llevó a grabar entrevistas en Portugal, Alemania y Japón.

La realización de Himno motivó nuevas reflexiones en la pareja. “Si bien es una canción que ha tenido una circulación muy importante, no ha estado circunscrita a un estilo musical en particular. Se adapta, se arregla, se modifica. Tiene un arraigo en espacios de música coral y también entre bandas más cercanas al punk y ska”, sostiene el director.

En Japón, por ejemplo, la composición fue revivida a propósito del movimiento antinuclear que surgió tras el accidente nuclear de Fukushima. “La canción no está siempre en conexión directa con Chile, sino que ha sido apropiada por otras causas. Es lo que ocurre en Japón y eso mismo pasa en diferentes contextos. Eso es algo que surgió con claridad durante la investigación”, apunta.

Aunque el foco está en su influencia en el extranjero, el largometraje se detiene en Chile en dos momentos específicos: 1973, cuando fue concebida por Ortega y Quilapayún, y octubre de 2019, cuando comienza el estallido social.

“Nosotros siempre pensamos el documental como un viaje que parte en Chile y que llega a distintos lugares del mundo. Pero después de la revuelta nos dimos cuenta de que la canción en realidad está haciendo un viaje de ida y vuelta: parte en Chile, sale al mundo, pero vuelve a Chile. Porque la canción estuvo muy ausente del contexto chileno por muchos años. En los años 90 nadie quería tocar El pueblo unido. En los 2000 algunas bandas la interpretaron, pero no tenía un protagonismo tan grande. O no tan grande como en 2019, cuando volvió a la calle, al objetivo con el que fue creada”.

Revisa el trailer y el afiche de Himno a continuación:

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