Cómo las memorias de Steven Tyler detonaron una dura demanda por abuso sexual (y por qué complican la despedida de Aerosmith)

Justo en medio del anuncio de la gira de despedida de Aerosmith, el icónico cantante ha lanzado una arremetida judicial contra la mujer que la acusa de abuso sexual, tras mantener una compleja relación en los setentas, cuando ella tenía 16 años. El detalle clave, es que la mujer sostiene su demanda en las afirmaciones del propio Tyler en sus memorias, lo que ha desatado una reciente batalla legal por anular los cargos. El caso complica al artista de cara a su asalto final a los escenarios.


En medio del anuncio de la gira de despedida de los escenarios (sin el baterista Joey Kramer y con The Black Crowes de apoyo), el adiós de los legendarios Aerosmith se ve empañado por una dura situación judicial que atañe a su cantante, Steven Tyler (75). El hombre de entonación expresiva y ropa extravagante, enfrenta a la justicia debido a una demanda que en diciembre pasado le fuera interpuesta por una mujer, llamada Julia Holcomb, quien lo acusa de una agresión sexual ocurrida en la década de los setentas.

La demanda se pudo presentar aprovechando que la legislatura de California suspendió temporalmente las normas sobre limitaciones para recurrir a la justicia en caso de denuncias de abuso sexual infantil. Así, Holcomb señaló que Tyler convenció a su madre para que le otorgara la tutela sobre ella cuando tenía 16 años, lo que le permitió vivir con él y acompañarlo a las giras de Aerosmith sin temor a ser arrestado.

Steven Tyler, cantante de Aerosmith

Según la mujer, conoció a Tyler tras un show de Aerosmith en Portland, poco después de cumplir 16 años. Él mismo la habría llevado hasta su casa, donde “realizó varios actos de conducta sexual criminal sobre ella”, asegura en la demanda, cuyos detalles fueron publicados por Rolling Stone. Así, comenzaron a mantener encuentros, y posteriormente, Tyler logró convencer a la madre de la mujer para obtener su custodia.

No solo eso. En su demanda, la mujer alegó que incluso llegó a estar embarazada del músico cuando tenía 17 años, pero que este la habría forzado a realizarse un procedimiento de aborto tras un incendio en un departamento en que convivían. Según ella, estuvieron juntos desde 1973 hasta unos tres años después.

Tras el aborto, Holcomb habría regresado a Portland y siguió adelante con su vida. En varias ocasiones, antes de ir a tribunales, la mujer compartió detalles de su experiencia con Tyler. “Me perdí en una cultura de rock and roll. En el mundo de Steven había sexo, drogas y rock and roll, pero no parecía menos caótico que el mundo que dejé atrás. Todavía no lo sabía, pero apenas saldría con vida”, escribió Holcomb en un portal en 2011.

El detalle es que ella decidió demandarlo tras leer las memorias del músico. Se trata de un texto titulado ¿Acaso molesta el ruido que retumba en mi sesera?: Memorias roqueras, publicado originalmente en 2011 (y disponibles en español), en que asegura que “casi se casa con una adolescente” y que sus padres “firmaron un documento para que yo tuviera la custodia, para que no me arrestaran si la sacaba del estado”. Además, señala que ella “tenía dieciséis años, sabía cómo ser desagradable y no había pelo”. Eso sí, no revela su nombre.

Tyler contraataca

Ni siquiera el hecho de que no la mencionen con nombre y apellido en el libro le impidió a la mujer demandar a Tyler. Asegura que se trata de ella, a todas luces. Pero este ha negado los cargos y señaló que la mujer consintió en la relación sexual, es decir, no niega que ello ocurrió. Más aún, ya preparó una reciente arremetida legal para sacarse el lío de encima y poder lanzarse por última vez a la carretera con tranquilidad.

Para ello, la estrategia de los abogados de Tyler ha sido desmontar la principal fuente en la que se basa Holcomb para sostener la veracidad de los hechos: las memorias del músico. Por ello, como detalló Rolling Stone, los abogados de Tyler argumentan que las declaraciones de Tyler en sus memorias deben considerarse “actividad protegida”.

Aerosmith

Si lo consiguen, la demandante tendrá que “establecer, mediante pruebas competentes y admisibles, una probabilidad de prevalecer sobre sus reclamos en el juicio”. En ese punto, los abogados de Tyler argumentan que ella “no pudo” hacerlo.

La jugada los llevaría a cuestionar la acusación. Más porque la demandante aseguró que su demanda se basa en la figura de infligir intencionalmente angustia emocional (IIED por sus siglas en inglés), lo que en términos legales, según el Cornell Law School, significa que es un agravio que ocurre cuando alguien actúa de una manera que causa intencionalmente o imprudentemente que otra persona sufra una angustia emocional grave, como la amenaza de daño futuro. El punto es que para ello, se basó en las memorias de Tyler y allí entra en el siempre peliagudo terreno de libertad de expresión. Así, los abogados piden que ese reclamo por IIED sea anulado.

“Aquí, las memorias de Tyler sobre sus experiencias como una estrella de rock de fama mundial son indiscutiblemente de interés periodístico, como lo demuestra la amplia atención que han obtenido”, señala el escrito presentado por la defensa. Y subrrayan el detalle que la mujer no fue mencionada por su nombre, y además se le presenta con un pseudónimo en la biografía del grupo de 1997. “En consecuencia, la profundidad de la intrusión es mínima y claramente superada por el derecho de Tyler a contar eventos de su propia vida en sus memorias”, agregan.

Consultado por Rolling Stone, el abogado de la mujer, Jeff Anderson, calificó la maniobra como frívola, y remarcó la posición de la demandante: “El esfuerzo de Tyler por silenciarla públicamente y herirla aún más tiene la intención de hacerle más daño y/o silenciarla como lo hacen los delincuentes con tanta frecuencia para silenciar a sus víctimas. Julia Misley se mantiene fuerte y defiende su verdad y la de los otros sobrevivientes dominados por depredadores en serie como Steven Tyler”. Habrá que ver cómo se resuelve el asunto y cómo golpea el último acto de un grupo que ha sabido encarnar aquello del sexo, drogas y rock & roll.

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