Premios Oscar 2023: ¿la Academia ante el inicio de una nueva era?

La suerte está echada. Durante la tarde de este martes se cerró el proceso de votación de la 95° edición de los Premios Oscar, de modo que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ya conoce las preferencias de este año de sus cerca de 10 mil integrantes.

¿Cate Blanchett se impondrá ante Michelle Yeoh y sumará la tercera estatuilla a su colección? ¿La encarnación de Austin Butler como Elvis derrotará a las actuaciones de Brendan Fraser y Colin Farrell? ¿Ricardo Darín y el equipo de Argentina, 1985 podrán dar el batatazo ante la alemana Sin novedad en el frente? Este domingo, a partir de las 21:00 horas, la entidad revelará a esos y otros ganadores en su ceremonia anual en el Teatro Dolby de Los Angeles.

En las horas previas al evento hay una categoría que otorga escaso margen para imaginar múltiples escenarios: Mejor película, que muy probablemente irá a manos de los realizadores de Todo en todas partes al mismo tiempo. Es cierto que no se llevó el principal galardón ni en los Globos de Oro ni en los Bafta, pero durante la última década la coincidencia entre esas instancias y los Oscar han sido más esporádicas que una constante.

Y luego de obtener el favor de los sindicatos de productores, directores, actores y guionistas, el filme de Daniel Kwan y Daniel Scheinert se ha convertido en un contendiente poderoso: anteriormente sólo Belleza americana (1999), Sin lugar para los débiles (2007), Slumdog Millionaire (2008) y Argo (2012) se han embolsado esos cuatro precursores de la temporada de premios, y todos terminaron festejando en la gran noche de Hollywood.

De hecho, su tracción es tal que muchos se preguntan si podría llegar a convertirse en la primera cinta desde Vivir al límite (The hurt lucker) en 2010 en alzar el reconocimiento a Mejor película y sumar cinco o más distinciones durante la velada.

En consecuencia, los principales portales de entretenimiento se inclinan sin apelación por su triunfo. Una honrosa excepción la marca Pete Hammond, un veterano del medio que en Deadline proyecta que Sin novedad en el frente dará la sorpresa.

El analista resalta un puñado de factores. El contexto de la guerra de Ucrania volvería “asombrosamente oportuna e importante” a la nueva adaptación de la novela antibelicista de Erich Maria Remarque. También recuerda que se impuso con autoridad en los Bafta (totalizó siete galardones), subraya que detrás de esa producción está Netflix –plataforma a la que se la ha escapado una y otra vez el premio mayor pese a sus serias aspiraciones– y destaca la particular manera en que los miembros de los Oscar deben manifestar su opinión en esa categoría específica.

Denominado sistema de votación preferencial, este obliga a que los participantes de la organización deban ordenar del 1 al 10 a las candidatas, ubicando en el primer puesto a su predilecta y en el décimo a su menos favorita, hasta completar todos los casilleros restantes. Si no hay ningún filme que consiga el 50% más uno de los votos, se torna fundamental alcanzar el mayor número de menciones en el segundo lugar, en el tercero y así sucesivamente.

Hammond desliza que el largometraje de los Daniels –un viaje que remezcla géneros y, al menos en forma, es todo menos convencional– podría causar mayor división de opiniones entre las diferentes generaciones que componen la Academia, lo que favorecía el consenso alrededor de otra alternativa, en este caso la cinta de Netflix situada en la Primera Guerra Mundial. Eso sí, reconoce que Todo en todas partes al mismo –además de contar con una gran racha de victorias previas– tiene el corazón necesario para terminar imponiéndose y que su apuesta es 100 a 1 en contra de esa película.

“¡Mírennos ahora!”, rugió el nonagenario James Hong en la última ceremonia de los Premios del Sindicato de Actores. Luego de obtener el galardón a Mejor elenco, los protagonistas de Todo en todas partes al mismo tiempo subieron a recibir su distinción y eligieron aprovechar sus minutos honrando a su actor más experimentado, quien interpreta al papá de Michelle Yeoh en la historia.

Testigo de las injusticias raciales de Hollywood, el actor de 94 años advirtió los cambios que ha experimentado la industria audiovisual. Sin muchos rodeos, les recordó a los presentes que durante la mayor parte de su carrera las películas han retratado a las personas asiáticas apelando a estereotipos y estas han quedado relegadas a los márgenes debido a la discriminación sistémica. “No son lo suficientemente buenos y no logran éxitos de taquilla”, habría sido la consideración de un productor al que conoció.

Aunque El tigre y el dragón (2000), dirigida por Ang Lee y también protagonizada por Yeoh, consiguió una candidatura a Mejor película hace 22 años, los mayores guiños de la Academia al cine asiático han llegado en el último lustro. Contra lo que dictaba la propia historia de la premiación, en febrero de 2020 Parasite dio el golpe a la cátedra y se convirtió en la primera ganadora de habla no inglesa, derrotando a una competencia que incluía a la cinta de guerra 1917 y al mismísimo Martin Scorsese (El Irlandés).

Tras el reconocimiento a la obra del director surcoreano Bong Joon-ho, le siguió el año pasado Drive my car, de Ryûsuke Hamaguchi. El filme japonés basado en relatos de Haruki Murakami acaparó cuatro nominaciones (dos menos que Parasite) y se impuso como Mejor película internacional. Y si bien este año no hubo presencia de esas latitudes, no pasó desapercibida la completa omisión a La decisión de partir, también proveniente de Corea del Sur.

El caso de Todo en todas partes al mismo tiempo sería más bien homologable al de Minari (2020), de Lee Isaac Chung, en cuanto a que son historias centradas en personas de raíces asiáticas que experimentan permanentemente la tensión de crecer y formar familia lejos del lugar de nacimiento.

Hace dos años ese drama se adueñó de una categoría, Mejor actriz de reparto, para Youn Yuh-jung, la abuela de la trama, una cosecha que el largometraje de Daniel Kwan y Daniel Scheinert con seguridad mejorará mañana.

“El triunfo de Todo en todas partes al mismo tiempo sería histórico en muchos frentes. Sería la primera ganadora de Mejor película cuyo enfoque principal sea la vida de los estadounidenses de origen asiático”, señala a Culto Jenelle Riley, editora adjunta de la sección Premios en Variety, admitiendo que el impacto que podría gatillar sería algo menos potente que el causado por Parasite, una cinta financiada, producida y dirigida por surcoreanos. “Realmente no tiene precedentes”, apunta la experta.

En tanto, Nathaniel Rogers, editor de The Film Experience, opina que su hipotética estatuilla “la equipararía más con un triunfo como el de Birdman o La forma del agua: algo excéntrico y fuera de su área habitual pero con un fuerte sello autoral para volverlo accesible”.

Si se cumplen los pronósticos, la victoria de Todo en todas partes al mismo tiempo calaría más hondo porque además sellaría un hito para el cine de género. La Academia ha nominado y en algunos casos galardonado a cintas de fantasía, terror y ciencia ficción, pero en general las más de nueve décadas de la premiación han estado dominadas por musicales, filmes de guerra y dramas de vuelo más corriente.

Coincidiendo con la expansión y diversificación de su masa de votantes (que hoy considera a un número no menor de chilenos), el gusto de la institución parece haberse ampliado durante la última década. Las diez ganadoras más recientes incluyen una ácida comedia narrada en plano secuencia (Birdman), el drama de crecimiento de un chico gay y afroamericano (Luz de Luna), el romance entre una mujer sorda y una criatura marina (La forma del agua), una sátira social ambientada en Corea del Sur (Parasite), el sobrio viaje por la carretera de una viuda (Nomadland) y la exploración en clave cómica y melosa de una familia de sordos (CODA).

En cada uno de esos años había en competencia otras opciones que se ceñían mejor a la predilección de la entidad. Sin embargo, esta se terminó quedando con alternativas que proponían un gesto de frescura, ya sea desde su historia, su forma o su subtexto, y que no dejaban de conectar con su paladar de toda la vida.

Nathaniel Rogers es de los que cree que en cualquier momento la Academia puede regresar a sus andanzas de siempre, como sucedió en 2019 con Green Book: Una amistad sin fronteras. “Como son una colección de 10 mil personas, todas con opiniones y gustos diferentes, habrá cambios año tras año y a veces triunfará una película convencional. Para lograrlo sólo necesita ser apreciada por un porcentaje más alto que sus competidoras”, indica.

“Creo que al final del día, los votantes votan por lo que quieren, y Parasite y Luz de Luna estaban destinadas a ganar simplemente porque a ellos realmente les gustaban”, sostiene Jenelle Riley.

Todo en todas partes al mismo tiempo funciona en dos caras: su apariencia puede ahuyentar a espectadores más tradicionales o alérgicos al humor absurdo, pero en última instancia termina recompensando porque nunca pierde de vista que está contando la difícil historia de una madre –de origen chino-estadounidense– y su hija.

Es un filme sobre las particularidades de una familia y una celebración de que, pese a la adversidad, siempre hay algo a lo que aferrarse. ¿Está planteando con ello una revolución cinematográfica? Seguramente no. Pero en cualquier otra época de la Academia su aparición habría sido más bien simbólica, y la lucha se habría concentrado en títulos como Los Fabelman, Elvis, Los espíritus de la isla o la misma Sin novedad en el frente. Ahora promete ser distinto. Una cinta atípica está llamada a convertirse en la gran protagonista.

*La ceremonia será transmitida este domingo 12 desde las 21:00 horas (Chile), a través de la plataforma HBO Max y los canales TNT y CNN Chile.