House of the Dragon: cómo terminó y qué viene en la segunda temporada

Fotos: HBO/HBO Max

Emitido este domingo, el último capítulo de la popular serie de HBO se ciñó a los atributos que definieron su sólido primer ciclo: un contundente desarrollo de personajes, un conflicto bélico cocinado sin prisas y un uso criterioso del espectáculo. Su siguiente tanda de episodios abordará con propiedad la llamada Danza de los Dragones, la feroz disputa entre dos facciones de la casa Targaryen. Su rodaje comenzará recién a inicios del próximo año.


House of the dragon no se demoró mucho en convencer de que no se trataría de un simple refrito de Game of thrones. Quizás ocurrió con su primer episodio, una impecable introducción a su conflicto central y a sus personajes; o puede que entre el quinto y el sexto, cuando salió airosa de una impactante renovación de su elenco. O, para los más suspicaces, fue en el octavo, momento en que un furibundo Viserys Targaryen (Paddy Considine) se levantó de su lecho de muerte para brindar un último acto de honor y congruencia.

Este domingo, luego de dos meses y medio al aire, el primer ciclo de la ficción de HBO concluyó con un capítulo que la terminó de erigir como una serie por derecho propio (spoilers a continuación). Un final que manejó con destreza el conjunto de elementos de la temporada: una sucesión en disputa, un puñado de rencillas familiares, un mundo patriarcal y dragones, muchos dragones.

Rhaenyra (Emma D’Arcy), la heredera que Viserys designó tempranamente y a la que los lores de Westeros rindieron lealtad cuando era una adolescente, se entera de que su padre ha muerto y que acaba de ser coronado Aegon II (Tom Glynn-Carney), el primogénito varón del fallecido monarca. Le entrega el mensaje Rhaenys (Eve Best), quien en el episodio anterior abandonó Desembarco del Rey a bordo de su dragón en una espectacular secuencia.

Apelando a su faceta más volcánica, Daemon (Matt Smith) le sugiere que ante esa usurpación contraataque con vehemencia. Traicionada y ya sin el apoyo de su progenitor, Rhaenyra sufre un aborto, en una escena brutal que se conecta de manera directa con el sangriento parto de su mamá (Sian Brooke) en el primer capítulo de la serie.

Más tarde, luego de recibir la corona de su padre y ser honrada por los presentes en Dragonstone, Otto Hightower (Rhys Ifans) le informa cuáles son los términos de Aegon. Estos contemplan que podría conservar esa isla y a quienes la apoyaron se les perdonaría la vida, a cambio de que lo reconozcan como legítimo monarca. Pero ella se resiste tanto a doblar la rodilla como a iniciar una guerra tras el pacífico reinado de Viserys.

En la tarea de confirmar el apoyo de los lores que años atrás le brindaron su respaldo, los dos hijos mayores de Rhaenyra, Jacaerys (Harry Collett) y Lucerys (Elliot Grihault), se dirigen a distintos puntos de Westeros. El segundo viaja con su dragón hasta Storm’s End, la tierra de los Baratheon. Una misión que a la larga adquiere ribetes suicidas. No sólo no satisface con su propuesta a Borros Baratheon (Roger Evans), sino que se enfrenta cara a cara con Aemond Targaryen (Ewan Mitchell), segundo hijo de Viserys con la reina Alicent (Olivia Cooke), quien ya realizó una mejor oferta.

Vengativo, su tío le pide su ojo como retribución por el que le quitó cuando eran niños. Luego, tras el repudio del líder de la casa Baratheon, la tensión continúa por los aires, cuando Aemond decide seguir a Lucerys a bordo de Vhagar, considerado el dragón más grande del mundo. Arrax, una bestia notablemente más pequeña, le lanza fuego y recibe como respuesta un ataque letal que acaba con la vida de jinete y criatura. Es el asesinato que se encargará de encender la llama en un reino que ha gozado de décadas de paz y tranquilidad.

¿Pero por qué concluir la temporada en ese punto? “La guerra se llama la Danza de los Dragones, y esta es la primera pelea de dragones que ocurre desde la Antigua Valyria”, explicó Ryan Condal, showrunner de la serie, a Entertainment Weekly, llamando a ese instante “un hermoso microcosmos del conflicto más amplio entre los negros y los verdes”.

En el mundo creado por George R. R. Martin, los negros serían quienes apoyan a Rhaenyra y los verdes quienes están detrás de Aegon II, dos facciones que se enfrentarán en la guerra civil que se abordará en propiedad durante las siguientes temporadas. Los últimos instantes del capítulo, una escena sin diálogos en que la aspirante al Trono de Hierro se entera de la tragedia y se voltea hacia la cámara, sugieren que su disposición ha variado y que habrá devastadoras consecuencias.

Según detalló Condal, “ha cambiado su punto de vista y su emotividad. Todavía está por verse a dónde irá después, pero ciertamente este es otro punto importante de no retorno en el golpe/contragolpe entre el lado de Alicent y el lado de Rhaenyra”.

Una disputa feroz en que los dragones serán cruciales y podrían –como ocurrió con Aemond y Vhagar– no siempre responder a las voluntades de quienes los montan. “Cuando vas a la guerra con un montón de armas nucleares que tienen sus propios pensamientos y sentimientos conscientes hasta cierto punto, pueden suceder cosas inesperadas”, deslizó el showrunner a Deadline.

En las últimas horas la principal mente creativa de la serie ha entregado algunas certezas de cara al siguiente ciclo: no tendrá saltos temporales (no al menos del calibre del primero) y no habrá cambios en el elenco. “Los actores interpretarán a estos personajes hasta el final”, indicó.

Otros puntos clave. Aunque defendió que la producción “se veía fenomenal cuando la publicamos y la lanzamos”, tomarán en consideración las críticas que planteaban que la serie era excesivamente oscura, en particular en su séptimo capítulo (Driftmark). “La continuidad visual del espectáculo es ciertamente algo que veremos”, dijo Condal.

Y, quizás más importante, House of the dragon se moverá hacia territorios que no exploró en sus diez primeros episodios, que se ambientaron mayoritariamente en Desembarco de Rey, Dragonstone y Driftmark. Incluso, según adelantó, podría mostrar regiones que ni siquiera se asomaron en la ficción original.

Además, “los ritmos de esta serie se sentirán mucho más como una temporada intermedia, como las temporadas tres a seis de Game of thrones, en términos de su alcance, amplitud y el número de personajes”, según contó a Entertainment Weekly.

Su rodaje comenzará a inicios de 2023, por lo que lo más probable es que el estreno se produzca recién en 2024. Por mientras, los diez capítulos del primer ciclo están disponibles en la plataforma HBO Max, así como en VTR+.

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