A 50 años de Mira Niñita: la historia de una canción inmortal

Publicada como single el 21 de septiembre de 1972, el tema nació con la idea de ser una pieza que partiera con suavidad y finalizara con una gran explosión musical. Si bien se cree que se inspiró en el quiebre generacional de las relaciones de padres e hijos, nunca ha estado del todo claro su origen.


En la noche profunda del 25 de enero del 2003, ante la mirada del público que llegó esa noche a El Patagual, Álvaro Henríquez, solo con la voz y su guitarra Gretsch, comenzó a cantar con suavidad las primeras líneas de Mira niñita, aquellas que todo chileno y chilena sabe perfectamente desde la cuna. Una vez que finalizó, dijo solamente: “Al Gato, con cariño”.

Pocos días antes, el 15 de enero del 2003, el legendario vocalista y guitarrista de Los Jaivas, Eduardo “Gato” Alquinta, había fallecido a los 57 años por un infarto agudo al miocardio. Por ello, antes de abrir el show de su entonces banda, Pettinellis, Henríquez se permitió hacerle un homenaje a merced de una de las composiciones icónicas del grupo viñamarino. Además, el penquista guardaba un particular nexo con la canción.

Lanzada como single el 21 de septiembre de 1972, el tema se convirtió en un clásico de la música popular chilena. Nacida en los primeros tiempos del grupo, cuando habían dejado de lado la vorágine de las jams e improvisaciones, en pos de canciones con una estructura definida. Aunque eso sí, el conjunto mantenía la idea de que había que jugar un poco con las composiciones.

La canción tuvo como origen el trabajo de dos miembros de Los Jaivas: “Gato” Alquinta y el pianista Claudio Parra. “Caminando por la Avenida Perú de Viña. Claudio le comentó a Gato que tenía en su cabeza la idea de una canción que tuviera distintos momentos anímicos, una suite que empezara de la nada, suave, dulce, y fuera progresando hasta terminar en un éxtasis sonoro. Gato lo miró asombrado porque era precisamente esa la idea a la que venía dando vueltas para una canción que pensaba dedicar al quiebre generacional que se producía en Chile entre padres e hijos”, escribe el periodista Freddy Stock en su biografía del grupo, La vida mágica de Los Jaivas: los caminos que se abren (RIL, 2013).

En el mismo volumen, Alquinta recordó en primera persona cómo le nació la melodía. “La marihuana me influyó en la manera de hacer la música, el ir descubriendo el interior de uno mismo, la inspiración, la búsqueda, en tener un mayor sensibilidad. Así uno se ponía a improvisar tocando, como a otros les puede dar por pintar. Comenzaban a salir ideas, de pronto me subía a una micro y empezaba a pensar en un tema, en una melodía que en sí misma era un hit. En Mira niñita, por ejemplo, yo iba en la micro de mi casa a Viana cuando se me vino a la cabeza. Llegué a donde los Parra y la pude materializar con ellos y con Mario (Mutis)”.

A sus 22 años, Gato había dejado la casa de sus padres en Viña con el fin de explorar nuevos horizontes, con un interés meramente artístico. En su camino, se topó con otros mozuelos, pelilargos como él, que habían tomado la misma decisión pero aburridos de una vida oprimida. Esa idea es la que le dio vida al tema. “Bajo la delicadeza de Mira Niñita se esconde un llamado a esta incomunicación de tantos padres que por no entender a sus hijos se terminan desvinculando completamente de ellos”; puntualiza Stock en su libro.

De todos modos, su autor nunca dejó muy en claro cuál había sido la idea de la letra del tema. “Fue una inspiración hermética. ‘Gato’ nunca contó la historia de la canción y siempre daba respuestas evasivas, no muy convincentes. Parece que algo se guardaba, que era un secreto que nunca contó”, rememoraba Claudio Parra en una entrevista de 2004.

En 2012, fue Aurora Alquinta, hija del “Gato”, quien en una charla con el programa DoReMix dio otra explicación. Según ella, fue su padre quien le contó: “(La canción trata de) una joven niña inserta en una secta y que trataba de sacarla de allí. Un día me lo dijo porque le pedí que me aclarara el tema, porque pensé que era para mí. Aunque yo no había nacido cuando la escribió”.

Para complicar más el asunto, Ankatu, otro de los hijos del “Gato”, entregó una versión diferente: “Supe que se la había escrito a mi madre (Verónica Ross, fallecida en 1990). Mi abuelo era uniformado, entonces se entiende un poco la descripción del hombre. ‘Ojos de cristal’ eran los lentes de él, ‘papel sellado en la piel’ era el uniforme”.

Pero volvamos a la grabación. La frase arpegiada que se escucha al inicio de la canción es una Celesta -un instrumento de percusión idiófono parecido a un Clavecín, con un sonido vaporoso- que Los Jaivas encontraron en el estudio de grabación donde se registró el tema. El piano de Claudio Parra fue liderando la idea de ir creciendo la intensidad de la canción a medida que iba avanzando.

En el registro estuvo presente el músico Patricio Castillo, de Quilapayún, quien también había participado en la grabación de la inmortal Todos juntos, en abril de 1972. Castillo tocó el charango y la guitarra acústica para aportar en la rítmica del tema. Como Lado B, se grabó la canción Cuero y piel, una improvisación hecha con tambores.

Posteriormente, Mira niñita fue incorporada como uno de los tracks del disco La Ventana, publicado en enero de 1973 por el sello IRT, etiqueta nacida tras la nacionalización de RCA Víctor durante el gobierno de la Unidad Popular.

En 1997, la canción tuvo una nueva vida. Fue para el disco El reencuentro, que marcó el retorno de Mario Mutis a la alineación, donde el conjunto regrabó varios de sus clásicos -y de otros grupos- en colaboración con otros músicos invitados. El track 2 es Mira niñita, que reunió a Los Jaivas con Los Tres. Ahí, entre “Gato” Alquinta y Álvaro Henríquez se repartieron la voz. Seis años después, el hombre de He barrido el Sol completaría el círculo.

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