La cineasta más importante de Afganistán advierte un oscurantismo cultural: “Prohibirán el arte”

Sahraa Karimi es una de las referentes del último tiempo en la industria cinematográfica de Afganistán, pese a desarrollar su labor en un país donde habitualmente las mujerees no logran puestos de protagonismo. Pero en su caso, hizo películas en los últimos 20 años, con los talibanes alejados del poder, destacando Hava, Maryam, Ayesha, un drama sobre el embarazo y el aborto en Afganistán que se proyectó en el Festival de Venecia en 2019.

Incluso formó la compañía cinematográfica nacional del país, Afghan Film, donde se desempeña como directora general y donde ha podido desarrollar un pequeño circuito de cintas que han retratado la realidad de la nación asiática. También levantaba el Afghan Film Festival cada año en la Universidad de Kabul.

Por lo mismo, el fin de semana hizo un llamado a sus pares de la cultura mundial para que apoyaran a los artistas afganos que aún residen en el país y que con el retorno de los talibanes seguramente verán reducidas a lo más mínimo sus opciones de expresión y desarrollo. Es, finalmente, una carta que difundió en redes sociales y que se lee como una súplica por la libertad de expresión.

“Te escribo con el corazón roto y con la profunda esperanza de que puedas unirte a mí para proteger a mi hermosa gente, especialmente a los cineastas, de los talibanes”, escribió en el documento en Twitter.

“Han masacrado a nuestra gente, secuestraron a muchos niños, vendieron niñas como novias a sus hombres… Es una crisis humanitaria, y sin embargo el mundo está en silencio. Vienen a matarnos. Prohibirán todo el arte. Yo y otros cineastas podríamos ser los siguientes en su lista de logros“, advirtió Karimi.

Varios cineastas expresaron por las redes sociales su apoyo inmedito, incluyendo el director norirlandés Mark Cousins; y los realizadores indios Vivek Ranjan Agnihotri, Anurag Kashyapy Leena Manimekalai.