De la compañías universitarias a las directoras mujeres: serie documental recorre 80 años de teatro en Chile

Homenaje a Andrés Pérez. Captura de la serie Mierda Mierda, la función debe continuar. Foto: Inteligencia Colectiva.

Este sábado 4 de julio por las pantallas de TVN se estrena Mierda Mierda: la función debe continuar. Son seis capítulos que abordan la historia de la actividad escénica en el país, desde los años 40 hasta hoy, en la voz de cerca de 200 entrevistados.


Era la noche del 30 de abril de 1985 y el actor Roberto Parada estaba en plena función de la obra Primavera con una esquina rota, junto a la compañía del Teatro Ictus, cuando se enteró de la muerte de su hijo José Manuel Parada. El sociólogo de 36 años se desempeñaba como jefe del departamento de Análisis de la Vicaría de la Solidaridad y fue secuestrado junto al profesor Manuel Guerrero y al diseñador Santiago Nattino, todos militantes comunistas, entre el 28 y el 29 de marzo. Sus cuerpos fueron encontrados degollados cerca del aeropuerto y Parada recibió la noticia justo cuando se encontraban en el intermedio. Aún así decidió continuar con la obra, en homenaje a su hijo.

La historia de Roberto Parada es solo uno de los hitos de la historia del teatro chileno que relata la serie documental Mierda Mierda: la función debe continuar, realizada por la productora Inteligencia Colectiva y presentada por Rayén Araya, que este sábado a las 18:30 h tendrá su estreno a través de las pantallas de TVN.

“Fue un hecho trascendental, que cruza ficción con realidad, porque la historia que estaba sobre las tablas se convirtió en un símil macacbro de la realidad. Roberto pese a la noticia, siguió actuando. A partir de ahí comenzó nuestra investigación”, comenta la periodista Rayén Araya.

El proyecto ganador del Fondo CNTV 2017, dirigido por Daniel Uribe, aborda el desarrollo del teatro local desde los años 40 con la creación de las compañías universitarias hasta la actualidad, a través de entrevistas a cerca de 200 personajes del ámbito, entre actores, actrices, directores, dramaturgos, músicos, iluminadores, escenógrafos, diseñadores, críticos y espectadores.

Entre los entrevistados dentro del proceso de investigación y rodaje de la serie están Alfredo Castro, Nissim Sharim, Manuela Infante, Gustavo Meza, Alejandro Sieveking, Mónica Echeverría, Ana Reeves, Héctor Noguera, Mauricio Celedón, Mateo Iribarren, Tomás Vidiella, Willy Semler, Flavia Radrigán y Amparo Noguera.

Algunos de los entrevistados en Mierda Mierda, la función debe continuar. Foto: Inteligencia Colectiva.

“El material que nosotros estamos presentando tiene un valor histórico y de memoria. Nosotros partimos el relato con la fundación de los teatros universitarios porque queríamos tener el testimonio de los realizadores durante toda la serie. Acá no hay un narrador, todo el relato está construido a través del relato de los protagonistas”, comenta el director Daniel Uribe.

“Es interesante constatar cómo finalmente todos forman parte de una misma y extensa tradición teatral. Actores de distintas edades comparten esa pasión, una verdadera vocación por estar sobre el escenario”, añade Rayén Araya.

La serie comienza con el auge de las compañías universitarios, desde la fundación del Teatro Experimental de la Universidad de Chile en 1941, pasando por el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica, la USACH y la Universidad de Concepción. El capítulo destaca además dos hitos de la época: el rol de Víctor Jara como director de teatro y el éxito de La pérgola de las flores, escrita por Isidora Aguirre y musicalizada por Francisco Flores del Campo, que fue producida por el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica en 1960.

“Lo más complejo fue este capítulo, que tenía el material más difícil de encontrar. Archivo audiovisual hay poco pero tenemos, archivo fotográfico hay de muy buena calidad y con eso tratamos de recrear un poco el espíritu de lo que es el teatro”, añade Uribe.

El segundo, tercer y cuarto capítulo de la serie narra la recuperación del teatro post Golpe de Estado en 1973. Con la intervención en las universidades, la censura y las restricciones a la libertad de expresión en el régimen militar, el teatro encontró un espacio de resistencia primero en los campos de concentración. Luego, en dos íconos como lo fueron El Trolley fundado por Ramón Griffero y el Teatro La Memoria de Alfredo Castro, dos espacios que surgieron en los años 80 y que buscaron ser un espacio de nuevas formas de expresión. Y también en la compañía del Teatro Ictus, que mantuvo viva la actividad teatral aun pese a las amenazas en contra.

La época de la transición está representada en el quinto capítulo de la serie a través de la historia de Andrés Pérez y su emblemática obra La Negra Ester, estrenada dos meses después del plebiscito de 1988. En tanto, la serie cierra con una mirada al teatro contemporáneo desde el 2010 en adelante. “Resultó ser mucho más interesante de los que esperábamos porque resultó ser una escena teatral bien movida”, cuenta Uribe sobre este último episodio.

Si bien el proyecto documental comenzó bajo la hipótesis de que el teatro chileno había perdido influencia con los años, su realizador llegó a una visión mucho más completa. “El teatro chileno es de muy buena calidad, existe una tradición teatral que sostiene esa idea. Esto es muy relevante, porque pese a los constantes vaivenes de la actividad, siempre están surgiendo miradas y puntos de vista nuevos. Hoy el teatro está más vivo que nunca, hay muchos dramaturgos y dramaturgas. Es muy relevante el hecho de que hoy en día son muchas más mujeres que dirigen y escriben que hace tan solo algunas décadas. Me quedo también con la idea de que el teatro chileno, pese a la precariedad de recursos, se reinventa constantemente y es un referente fundamental de la cultura nacional”, concluye.

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